Diego Varela de León
Sin temor a la equivocación las violencias en sus distintas manifestaciones son un problema muy complejo que se expresa de diversas maneras en todo el mundo. Y por supuesto nuestra comunidad no queda exenta de tal entropía social, situación que sin duda altera el bienestar de las personas, obstaculiza el desarrollo y afecta el ejercicio de los derechos humanos, problema que deteriora la vida cotidiana de las personas, las comunidades, los espacios públicos, los centros de trabajo, las escuelas, los hogares, las relaciones de pareja, los amigos, y vecinos, dichas violencias provocan mucho dolor y sufrimiento, además de que afectan seriamente las relaciones con los demás y con el entorno donde vivimos y nos desarrollamos.
Las características de la violencia son multifactoriales, las cuales entrañan en si misma su complejidad, de tal suerte que no hay soluciones únicas o mágicas para solucionarla, y por supuesto no se resolverá con más policías en la calle, más espacios de educación o lugares públicos de esparcimiento (áreas verdes y culturales), aunque son por demás un factor de primera importancia para su abordaje, sin embargo el primer componente y determinante es la sociedad en su conjunto; en esta entropía social de violencia en muchas ocasiones las personas que la viven y padecen no la perciben como tal, o bien la asumen como un aspecto inherente a la condición humana, y de esta manera se tiende a normalizar, es invisibilizada, se reproduce y en consecuencia se transmite de generación en generación.
Las distintas formas y modos de violencia se generan dentro del propio núcleo social y requieren del estudio desde lo general a lo particular, requiriendo del trabajo conjunto de las instituciones y la sociedad, igualmente demanda una continuidad y rigurosidad en su atención y entendimiento, pues al ser una construcción social se requiere el estudio integral desde diferentes vistas y perspectivas para poder comprenderla y por supuesto poner en marcha todo el andamiaje de las instituciones para prevenirla, entonces pues el abordar del tema es hacer un estudio de aspectos estructurales, sociales, y culturales, ya que es un tema que requiere explicarse desde diferentes disciplinas, teorías, modelos y enfoques que nos den cuenta de las variables que la producen, reproducen y hacen factible su manifestación en contextos y dimensiones que sin duda se entrelazan para la expresión del comportamiento violento.
De tal suerte que de la reflexión, análisis y comprensión de las violencias en sus distintas concepciones y expresiones, nos darán luces para comprenderla y atenderla con un diseño específico en las distintas intervenciones para una adecuada implementación donde sin duda deberá estar manifiesta la voluntad proactiva de la sociedad en conjunto con las distintas instituciones.