ENRIQUE GARRIDO
Damas y caballeros… ¿eso está muy usado?… mmm…bueno…lector o lectora, usted fue escogido para presenciar los límites de la humanidad, conocer los lazos que nos unen más allá de la caricia, del sentir una piel ajena; ustedes serán tocados por el lenguaje, por las palabras. No se distraiga con el conejo en el sombrero, ese ya estaba, ni con la mirada traviesa de la edecán, esos son elementos que pongo para distraerlo. ¿Vio algo dentro de mi manga? No tengo nada extraño. O, cuando barajeé las cartas, ¿siguió la suya? Muy bien, necesito que se concentre y siga las instrucciones al pie de la letra
[Piense en un número de dos dígitos, pero ambos dígitos deberán ser impares y diferentes entre sí. Por ejemplo, el 57, pues un 33 o un 42 no funcionarían]
La magia, un saber ancestral, un arte oculto que trastoca las leyes naturales. Funciona en varias formas, apela a distintas entidades y nos invita a imaginar lo imposible, a creer en los milagros. Salvo que vivas con el permanente miedo al infierno, la magia, más bien, implica una manipulación de la percepción; es decir, la creación de ilusiones. Los magos se valen de una variedad de técnicas psicológicas y de prestidigitación para engañar a los sentidos, esto por factores como la distracción y la vulnerabilidad de nuestra mente. Asimismo, adquirió un valor de espectáculo contemporáneo, estableciendo mitos modernos como Houdini o David Copperfield, y los shows de magia tuvieron la inocencia de amenizar algunas fiestas infantiles. ¿Existe un sistema tan malévolo que sería capaz de pervertir esta actividad tan inocente en beneficio de sus intereses ocultos?
[Ahora, invierta los dígitos para formar un nuevo número. En este caso, sería 75]
Corrían los años 50, quedaban vestigios de la Segunda Guerra Mundial; sin embargo, el gobierno de los Estados Unidos ocultaba bajo su manga llamada CIA uno de los más controversiales programas, que parecen sacado de las peores pesadillas de los conspiranoicos. En medio de la guerra fría con la URSS, los yankis buscaban alcanzar el poder de Dios a través del control mental y de otros tipos en el llamado Proyecto MK Ultra. Como si se tratara de un truco digno de cualquier hechicero de magia negra y capitalista, los experimentos consistían en el uso de diversas sustancias químicas, como el LSD, además de técnicas de hipnosis, privación sensorial y otras formas de manipulación psicológica. Muchas pruebas se realizaron en voluntarios que no sabían que lo eran, además de provocar graves consecuencias físicas.
[Luego, reste el número más pequeño del más grande. En este caso, 75- 57 = 18]
¿Vio esta prestidigitación? Parece que lo estoy distrayendo del tema ¿cierto? La verdad, no tanto. El 29 de junio de 1953, el mago John Mulholland se despedía de la comunidad lectora de la revista The Sphinx por “su estado de salud”. Mientras estaba en las oraciones de varios aficionados de la magia, se dedicó a escribir un manual ultrasecreto. Así como lo oye, en una historia que parecería escrita por Raymond Chandler, la CIA le encargó escribir el famoso The Official CIA Manual of Trickery and Deception, el cual se conformaba por dos ejes. En primer lugar, de los denominados “trucos” con pastillas, líquidos y objetos pequeños, los cuales estaban destinados para colocar “sustancias” (eufemismo de veneno) en las bebidas de agentes enemigos o cualquier persona que les estorbara. En segundo plano, inventaba un código de lenguaje para poder comunicarse de manera clara y concisa a través de los nudos de los zapatos, o el de la corbata, así como colores en la vestimenta, todo comunicaba.
[Sume los dígitos de este resultado entre sí. En este caso, 1 + 8…]
Lo que hizo John Mulholland fue utilizar todas las ilusiones con el fin de vigilar y castigar. Cabe señalar que el proyecto MK Ultra, del que es parte este manual, duró hasta mediados de los 70. Lo que parecería una teoría digna de alguien con gorrito de aluminio, se ratificó cuando en los inicios de los 2000 se publicó dicho texto, incluso hoy se vende en Amazon. ¡Ah!, por cierto, el resultado de la suma de tu número es 9.
[Se cierra el telón]