Por Othniel Ruiz
En el mundo de hoy en día, nuestra alimentación ha cambiado de manera considerable, tanto que la mayoría de los alimentos que consumimos se encuentran altamente procesados, es decir, contienen sustancias para conservarlos, y brindarles otros sabores, entre otros. La dieta desarrolla un papel principal en el desarrollo de la caries dental, aunque los factores para que se desarrolle dicha enfermedad, son muchos más.
Pero, ¿cómo influye la alimentación en la salud de nuestra boca? Si bien desde recién nacidos comenzamos el consumo de leche materna, la cual se ha comprobado que tiene enormes beneficios para el desarrollo integral y el crecimiento, al igual que disminuye de manera significativa el riesgo de padecer enfermedades a lo largo de nuestra vida.
Más adelante, conforme vamos creciendo, se va ampliando la variedad de alimentos que podemos consumir, lo que significa que una mala alimentación contribuye también a los problemas en boca, como la caries y la enfermedad periodontal. Si a esto le sumamos otras circunstancias como la anatomía dental, el déficit o nula higiene bucal, la calidad de la saliva y otros, será más fácil desarrollar problemas a muy temprana edad, como la caries.
Lo anterior no se traduce en tener que evitar muchos de los alimentos que hoy en día encontramos a la vuelta de la esquina y, por qué no, de forma más accesible. Esto quiere decir que la clave se encuentra en comerlos en una medida justa y en momentos adecuados del día, en conjunto con una indispensable higiene de nuestra boca, pues no por consumir únicamente alimentos sanos, significa que no será necesario lavarse los dientes.
Algunos alimentos que brindan beneficio a la salud de nuestros dientes, pueden ser las verduras de hoja verde, queso, manzanas, zanahorias, apio y almendras, todos ellos con estudios que revelan las cualidades que otorgan a los dientes. Por otro lado, en la lista de alimentos con mayor incidencia de dañar nuestros dientes, encontramos principalmente alimentos con altos contenidos en azúcares. Alimentos ultra procesados como refrescos, jugos embotellados, galletas, panes, frituras, dulces y chocolates, etc., son también de alto potencial dañino, por su alto contenido de almidón.
Como recomendación, debemos evitar alimentos entre comidas, reducir el consumo de azúcares, beber abundante agua, utilizar pastas fluoradas, y acudir con profesionales especialistas que fomentan la prevención y concientizan a la población sobre el cuidado de la salud bucodental.