Carolina Díaz Flores
En este artículo se abordará una de las diversas historias que el autor de la novela “Jurassic Park”, describe en su novela “Next”, pues presenta narraciones sobre dilemas o problemas bioéticos, además se correlaciona con la historia de Henrrieta Lacks (persona importantísima para la investigación y desarrollo sobre el cáncer).
La historia se trata de un conflicto donde los actores principales son un hombre, una universidad y una empresa privada. El hombre, dio tejido sanguíneo para que la universidad realizara estudios clínicos e investigación científica (hasta aquí con el debido consentimiento informado). El problema surge, pues dicha investigación estaba financiada por una empresa privada, la cual obtuvo el tejido sanguíneo del hombre; sin embargo, al estudiar sus genes se dan cuenta que su genoma contiene genes con funciones positivas para el envejecimiento, por lo que comienzan a comercializarlas como una opción de tratamiento para determinadas enfermedades o como prevención de otras patologías. El paciente, al darse cuenta de que se estaba lucrando con sus células, inicia una lucha legal tan vertiginosa, que culmina con el secuestro de familiares suyos para obtener aún más células con el gen de interés presente.
Esta historia, invariablemente, nos conduce a las células HeLa, llamadas así por Henrietta Lacks, una mujer afroamericana, quien padeció cáncer cérvico-uterino y recibió tratamiento en el destacado hospital John Hopkins, lugar donde el médico tratante, tomó muestras de su lesión maligna y realizó cultivos celulares (este proceso sin ningún tipo de consentimiento). Más adelante, se descubrió que esta línea celular tenía la propiedad de no envejecer, ya que sus telómeros no se acortaban aún con la división celular, como sucede de manera habitual. En ese momento, no había protocolos establecidos que obligaran a las instituciones de salud a solicitar consentimiento informado para este tipo de procedimientos; sin embargo, las últimas seis décadas, laboratorios de todo el mundo han utilizado la línea celular HeLa para investigaciones de diversas áreas, sobre todo en el campo de la oncología y el envejecimiento. Esta línea celular, probablemente ha contribuido a mejorar tratamientos y la calidad de vida de miles de personas; sin embargo, Henrietta nació y murió en la miseria, y probablemente sin saber la valiosa herencia que dejó para la humanidad.