ADSO E. GUTIÉRREZ ESPINOZA
Fecha: 1968 (Desde el presente, con un gato acompañante)
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(La escena se abre en una elegante sala de estar de los años 60. Mauricio Garcés, vestido impecablemente con un traje a la medida, está sentado en un sillón de cuero, fumando un cigarrillo con su característico aire de sofisticación. Tú, con un gato negro en brazos, llegas a través de una misteriosa puerta del tiempo. Garcés levanta una ceja, intrigado por tu inesperada presencia).
Mauricio Garcés: ¡Caray! ¿De dónde vienes tú, y con un gato? No todos los días uno recibe visitas tan… misteriosas.
Tú: (Sonriendo) Vengo del futuro, Mauricio. Soy un viajero del tiempo y he venido a entrevistarte. ¡Ah, y este es mi gato, compañero inseparable en esta aventura!
Mauricio Garcés: (Sonriendo con su clásica picardía) ¡Vaya, vaya! Una dama o caballero del futuro, ¡y con un gato! Ya me imagino cómo serán esos tiempos modernos. Y dime, ¿qué quieren saber de este humilde servidor?
Tú: (Riendo) Muchas cosas, Mauricio. En mi época, sigues siendo un ícono del cine mexicano. Tu estilo, tus frases, tu elegancia… Todo eso sigue vigente. ¿Cómo te sientes sabiendo que décadas después, aún eres tan admirado?
Mauricio Garcés: (Riéndose con satisfacción) ¡Caray! Me halaga saberlo. Supongo que ser irresistiblemente encantador tiene sus ventajas, ¿no? Pero, cuéntame, ¿siguen usando sombreros o ya son obsoletos?
Tú: (Riendo) Bueno, han pasado un poco de moda, pero siempre hay quienes buscan ese toque de elegancia. Ahora, me gustaría saber cómo te preparas para tus papeles. Muchos dicen que no actúas, que simplemente eres tú mismo.
Mauricio Garcés: Ah, ¡qué halagador! Pero no es tan sencillo, querido viajero. Para mí, cada papel es una mezcla de mi esencia y un poco de ficción. Eso sí, me inspiro mucho en la vida, en las personas que conozco. Y claro, no puedo dejar de añadir un toque de humor y galantería.
Tú: Hablando de galantería, ¿alguna vez te has sentido limitado por el tipo de personajes que interpretas? ¿Te hubiera gustado probar algo diferente?
Mauricio Garcés: (Sonríe) ¡Ah! Es una buena pregunta. Claro que me he divertido interpretando al galán, al hombre sofisticado, pero, a veces, he deseado explorar personajes más oscuros, más complejos. La comedia y el romance son divertidos, pero me pregunto cómo sería si me vieran en un papel dramático o incluso de villano.
Tú: Sería fascinante verte en un papel así. Tu talento y carisma sin duda aportarían una nueva dimensión a cualquier personaje. ¿Hay algún actor o actriz contemporáneo de tu época con quien te gustaría compartir pantalla?
Mauricio Garcés: Me encantaría trabajar con Silvia Pinal nuevamente, tiene un talento arrollador. O incluso María Félix; imagina la intensidad de una película con «La Doña» y un servidor. Sería… ¡irresistible!
Tú: (Asintiendo) ¡Sin duda! Ahora, una pregunta importante: si pudieras viajar al futuro conmigo, ¿te atreverías?
Mauricio Garcés: (Sonriendo con picardía) Por supuesto, mi querido viajero. Me encantaría ver si las chicas del futuro son tan encantadoras como las de ahora… y claro, si los hombres siguen usando corbatas.
Tú: (Riendo) Bueno, entonces, la invitación está abierta. Aunque creo que este viaje debe quedarse en el terreno de la fantasía. Muchas gracias, Mauricio. Ha sido un honor.
Mauricio Garcés: El honor ha sido mío, viajero del tiempo… y del gato. ¡Hasta la vista, o mejor dicho, hasta el futuro!
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(La conservación se cierra con una carcajada característica de Garcés, mientras tú, con tu gato, desapareces a través de la misteriosa puerta del tiempo).
**Fin de la entrevista.**