María Libertad Aguilar Carlos
La era digital ha traído consigo un cambio profundo en la forma en que interactuamos con el mundo que nos rodea. En esta dinámica, el concepto de «Computación Social» se ha convertido en un término clave para entender cómo la tecnología y la innovación pueden influir en la transformación de diversos campos interdisciplinarios, como los medios sociales, salud pública y medicina, la educación, el marketing y hasta el urbanismo, entre muchos otros. ¿Cuál es el papel de la Computación Social y su relevancia? La Computación Social estudia la intersección entre la tecnología de la información y las interacciones humanas en la sociedad. Nuestro mundo, cada vez más interconectado busca comprender cómo se relacionan las personas, y además el cómo colaboran y cómo se comunican a través de sistemas digitales, pero no sólo en ámbitos de tecnología, sino que se extiende a campos que incluyen el urbanismo y la educación innovadora.
Ejemplos de computación social en las redes sociales se observan en cómo estas redes facilitan las interconexiones entre individuos de todo el mundo; en la educación se estudia cuando en entornos virtuales de aprendizaje donde hay una colaboración en línea y un acceso a recursos educativos más libre. Otro ejemplo más interesante es en el Urbanismo, pues las ciudades requieren una planificación urbana que representa un desafío constante. Aquí la Computación Social aporta una perspectiva única al permitir la recopilación y análisis de datos sobre el comportamiento y las necesidades de la población en tiempo real, lo cual ha ayudado a crear ciudades más inteligentes y sostenibles, donde las decisiones se basan en información actualizada y las preferencias de la comunidad. Y si, pues, aunque no cabe duda de que los seres humanos somos seres sociales por naturaleza, nuestras interacciones cambian dependiendo del contexto y el medio por el que se producen. Podemos participar ahora dando opiniones sobre productos vendidos en línea, y también podemos sólo leer las reseñas que otros usuarios han puesto según su experiencia y satisfacción. Ambas perspectivas, tanto de participante como observador son caso de estudio para la computación social. ¿Qué nos dice el comportamiento de quién participa enviando su opinión a una red social? ¿Cómo desciframos a aquellos que no participan, pero que adquieren o dejan de adquirir, que siguen visitando un sitio agregándolo como favorito o dejan de frecuentarlo? Pudiera confundirse un poco con el marketing o áreas similares a éste, más la computación social tiene como objetivo estudiar las interacciones humanas en línea o como las personas utilizan la tecnología para comunicarse de diversas formas, entendiendo su comportamiento para desarrollar sistemas que faciliten estas interacciones, como el término tan de moda “Crear comunidad”; mientras que el marketing se centra en promocionar los productos, servicios y marcas para atraer y retener clientes, queriendo aumentar visibilidad y preferencia para tener ventas y beneficios, por lo que éste mismo se puede valer del primero.
Imaginen por ejemplo que los investigadores de una marca como Nike recopilan datos de diversas fuentes como Twitter, Facebook, Instagram, foros de discusión, blogs y sitios de noticias, éstos pueden ser comentarios, menciones, reacciones; de ahí se procesan los datos con herramientas de procesamiento de lenguaje y análisis de sentimientos para categorizar y etiquetar interacciones por su tono (positivo, negativo, neutral), y su contenido (opiniones de servicios, problemas, etc.); después se identifican tendencias gracias a algoritmos de análisis encontrando temas recurrentes o productos de Nike que generan interés; los investigadores detectan opiniones y sentimientos hacia Nike o si hay usuarios influyentes que hablan de la marca. Toda la información recopilada es retroalimentación para Nike y una vez hecho esto definir mejoras en sus diseños, nuevos productos y servicios, adaptar su publicidad una vez que se observan los análisis detallados y visualizaciones, lo que vendría siendo su plan de marketing.
En el urbanismo, un caso es el de análisis de movilidad urbana, utilizando por ejemplo datos de Uber o Didi, donde se determinan rutas comunes, puntos de congestión, lugares de interés o de mayor actividad, para utilizarse en la optimización de rutas y horarios, estacionamientos para automóviles y bicicletas; pero también puede crearse encuestas en línea promocionadas en redes para rastrear sentires y preocupaciones para mapear la ciudad, creando índices de bienestar, y, en teoría, mejorar la infraestructura o aumento de seguridad en ciertas zonas. Pero vayámonos más lejos, qué tal si en una crisis humanitaria o un conflicto se recopilan mismos datos de redes sociales globales, ahí se utiliza la geolocalización de las publicaciones identificando áreas afectada y su evolución en el tiempo, identificando también el nivel de angustia, preocupación y descontento y se detectan eventos clave como ataques, desplazamiento de población, escasez de recursos o brotes de enfermedades para identificar las necesidades más urgentes y utilizarla para puntos de acceso y rutas seguras para llevar ayuda, comunicarse con zonas afectadas y compartir la información recopilada con organizaciones, agencias internacionales para coordinar respuestas de ayuda. Una vez pasada la crisis, la Computación Social puede evaluar el impacto de respuesta, de ayuda y de la experiencia.
La Computación Social puede ser una herramienta valiosa, los datos obtenidos son clave para la toma de decisiones y el entendimiento de la sociedad actual, su estudio y análisis requiere un enfoque ético y respetuoso de la privacidad, ya que se podrían procesar datos sensibles relacionados con poblaciones afectadas por situaciones de emergencia. Así, la creación de interfaces será cada vez más intuitivas, con asistentes virtuales más avanzados, realidad virtual y aumentada más interactiva y colaboración a distancia más eficaz.