ANA RODRÍGUEZ MANCHA
Todos los seres humanos experimentamos proyectos de vida, a corto, mediano o largo plazo; todos los días y en actos aparentemente simples, de forma consiente y muchos tantos desde el inconsciente, impactan y delinean la forma y calidad de vida que anhelamos. La decisión de ser madre o padre deviene desde un decreto personal y en pareja, altamente analizada y pensada, la persistencia generacional de nuestros genes, va más allá de sólo imitación de la madre o el padre, siendo las creencias sociales la mayor influencia para tal acto; por ejemplo si ya tienes pareja, el siguiente paso es el matrimonio o vivir juntos, los hijos o mascotas como complemento para ser la familia feliz, pero en realidad nadie te explica las responsabilidades que conlleva cada acto.
La constitución política de los Estados Unidos Mexicanos, menciona en su artículo 4to, que “toda persona tiene derecho a decidir de manera libre, responsable e informada el número y el esparcimiento de sus hijos”, pero en la vida real los embarazos no son decididos ni responsables y mucho menos informados. El compromiso de tener hijos, no termina en el acto coital sin protección, más bien lo definiría como el origen de una trayectoria de deberes y de entrega total hacia un nuevo ser, es el inicio de una nueva vida física, psicológica y social. El Estado de Zacatecas se posiciona en el segundo lugar a nivel nacional de embarazos en adolescentes, población vulnerable a la experimentación del cuerpo y las emociones.
Es así que el tema del embarazo, lo podemos abordar en dos corrientes; la principal y menos abordada, tenemos la prevención, donde incluye la información y educación sexual en diferentes ámbitos desde lo familiar, lo educativo y las instituciones de salud, y la segunda corriente, de manera reaccionaria en la que el sector salud atiende más de dos millones de embarazos, sin contar las complicaciones que se deriven.
La consulta preconcepcional (antes del embarazo), tiene como objetivo informar a la nueva pareja que decidió formar una nueva vida, el momento adecuado para el embarazo, el estado de salud de la madre y padre, los riesgos del binomio que se pudiera presentar, el anticonceptivo ideal para después del embarazo que le permitirá tener la posibilidad del esparcimiento de los hijos, la administración de ácido fólico tres meses antes de la concepción como preventivo de los defectos del tubo neural, la detección y prevención de enfermedades mentales, la orientación y educación en la alimentación adecuada y la actividad física ideal antes, durante y después del parto, todo como preámbulo para la construcción del nuevo hogar. Es importante la concientización de estas acciones que son brindadas por el personal de salud, siempre en busca de las mejores opciones físicas, mentales y sociales para la familia. Recuerda que construir y pulir la mejor versión de ti impactará en la procreación del nuevo ser, donde la base sea la responsabilidad, los pilares la comunicación y el amor, dando como resultado un templo de paz.