
Por Luisa Espinosa Carmona *
Los fármacos antipsicóticos se prescriben, por lo regular, en el tratamiento de trastornos mentales como esquizofrenia, trastorno bipolar, en trastorno obsesivo compulsivo, en síndrome de Tourette, entre otros. Los Antipsicóticos Típicos o de primera generación son los más antiguos, caracterizados por su eficacia en el control de síntomas psicóticos positivos (delirios, alucinaciones) y poco eficaces sobre los negativos (depresión, aislamiento social). Su uso se asocia frecuentemente con síntomas extrapiramidales (SEP) e hiperprolactinemia. Los Antipsicóticos Atípicos o de segunda generación se caracterizan por ser eficaces tanto en los síntomas positivos como en los negativos.
A pesar de que los antipsicóticos de segunda generación suelen ser más utilizados en la práctica actual por su eficacia, también debemos tener en cuenta que existe evidencia de los efectos secundarios que pueden producir a nivel metabólicos. Aumentan el peso de manera significativa, la resistencia a la insulina, pueden causar hiperglucemia, diabetes mellitus tipo 2 y dislipidemias, relacionado con un perfil lipídico aterogénico (aumento del colesterol LDL y de las concentraciones de triglicéridos y disminución del colesterol HDL). Esto es lo que podemos conocer como medicamentos con alto riesgo metabólico.
Esto no quiere decir que su prescripción sea mala o incorrecta o bien que sea un medicamento malo; el consumo de medicamentos psiquiátricos bajo prescripción de un profesional de salud mental que conoce tu diagnóstico, será clave para la mejora tu salud mental que impactará de manera significativa y positiva tu calidad de vida. Afortunadamente estos efectos metabólicos que se pueden presentar en el consumo de antipsicóticos de segunda generación pueden ser prevenibles y/o reducir su impacto de manera significativa a través de una alimentación adecuada, pudiendo llevar un tratamiento a largo plazo que sea amable para nuestro cuerpo.
También es importante mencionar que una buena red de apoyo, es clave para una mejor respuesta al tratamiento.
A continuación te doy algunas recomendaciones que podrán mejorar tu respuesta metabólica.
Como primera recomendación siempre se encontrará acudir con un profesional de la nutrición que cuente con las herramientas necesarias para que puedas tener un tratamiento individualizado. Ya que no es necesario hacer una restricción drástica en el consumo de energía, el hecho de mantener un consumo con la energía que necesitas de mantenimiento suele ser suficiente para mantener una adecuada salud metabólica.
* Mantener un patrón regular de alimentación (DESAYUNO – COMIDA – CENA)
* Evitar ayunos prolongados
* Mantener un consumo constante de verduras (incluirlas en cada comida) y alimentos altos en fibra
* Aumentar el consumo de alimentos con alto contenido en Omega 3 y ver la posibilidad de suplementarlo, siempre bajo vigilancia de tu profesional de la salud
* Preferir cereales de granos enteros
* Incluir de 2 a 3 snacks durante el día
* Consumir en su mayoría alimentos preparados en casa
* Evitar el consumo constante de alimentos altos en azúcares y grasas saturadas
* Mantenerte activo (el mantener una constancia en actividad física no se limita el asistir a un gimnasio; puedes dar caminatas, bailar, saltar la cuerda, etc.)
* Tener una hidratación constante
* Mantener una rutina de higiene de sueño
* Mantener constancia en tus citas médicas y nutricionales