Por María de los Ángeles Moreno Padilla*
Gracias a las investigaciones realizadas por el psicólogo y periodista Daniel Goleman durante 2015, en torno a la importancia de conseguir un liderazgo que proporcione resultados eficientes en la dinámica de las relaciones y de la inteligencia emocional, para configurar una organización educativa para líderes en educación, comprometidos en la gestión e innovación educativa para la mejora del rendimiento de su equipo de trabajo, se retoman los siguientes elementos de análisis que figuras directivas y de los servicios de asesoría académica deberán retomar en su liderazgo en la zona escolar así como en las escuelas a cargo.
¿Qué habilidades emocionales se requieren para ser un líder?
- Conocimiento de uno(a) mismo(a), es decir, profundizar en las propias emociones, fortalezas, áreas de oportunidad, necesidades e impulsos, reconociendo cómo sus sentimientos les afectan a ellos(as), a otras personas y también cómo contribuyen en el rendimiento laboral de forma positiva o nociva.
- Autogestión, dicha habilidad libera al líder de ser prisionero(a) de sus sentimientos, ya que con ello la persona hará una cuidadosa selección de sus palabras dejando claro el rendimiento de sus colaboradores sin realizar un juicio apresurado, meditando estas cuestiones, reuniendo a su equipo de trabajo, planteando consecuencias de lo ocurrido, ofreciendo sus sensaciones sobre ello a fin de presentar un análisis de la problemática y por ende, brinda una solución meditada.
- Empatía significa tener una profunda consideración tanto en los sentimientos de los (las) profesionales de la educación como en otros factores durante el proceso de una toma de decisiones inteligente.
- Habilidad social, consiste en que el (la) líder simpatice con el propósito de movilizar a los agentes educativos en la dirección deseada, forjando una red de contactos cuando llega la hora de emprender acciones.
- Trabajo colaborativo.
- Comunicación clara y afectiva que requiere empatía cognitiva y habilidad de comprensión emocional.
- Adaptación a los cambios.
- Interactuar con una amplia variedad de personas.
- Capacidad para resolver problemas sociales bajo presión.
Estilos de liderazgo
- Visionario: Es la persona que guía al personal hacia un sueño compartido, es decir, se asume cuando un cambio requiere una nueva visión o cuando se necesita una dirección clara.
- Entrenador: conecta lo que él o ella desea con los objetivos del grupo, lo cual ayuda a sus compañeros a contribuir con eficacia al grupo de referencia.
- Asociativo, valora las aportaciones personales y obtiene compromiso a través de la participación para sanar las diferencias en un grupo, motivar en situaciones de éxito o fortalecer conexiones.
- Democrático, valora las aportaciones personales y obtiene compromiso a través de la participación para crear consenso o para obtener sugerencias de los miembros del equipo.
- Marca Pauta, establece desafíos y metas atractivas para conseguir grandes resultados de un equipo competente y con talento.
- Coercitivo, subsana los temores, dando una dirección clara ante una emergencia; en época de crisis cambia una situación nociva y la transforma de forma positiva.
¿Cómo mantener la armonía entre los miembros de un equipo de trabajo?
- Los miembros son conscientes de las fortalezas y áreas de oportunidad propias y de los demás.
- Permitir a alguien cambiar el papel (comisión) que se le ha asignado si la situación lo requiere.
- No permitir que las fricciones vayan en aumento hasta llegar a convertirse en un auténtico problema.
- Celebran los logros y tienen buena relación entre ellos y ellas.
Formas para afrontar conflictos en un equipo de trabajo
- Se reúne a todo el equipo en un encuentro, si es posible fuera del lugar de trabajo.
- Los y las líderes deben guiar la atención colectiva de un equipo, enfocándola en el momento correcto.
- Al establecer objetivos claros para un proyecto, permite al equipo saber qué se espera conseguir y porque su contribución es importante en la zona escolar.
- Se busca un objetivo común tanto del líder como de la otra persona o equipo a fin de eliminar adversidades de incorporación al trabajo.
- Considerar estimular la creatividad a fin de emplear tiempo suficiente para realizar el trabajo.