Por Alberto Avendaño
1.- Ganarás tantas becas como sea necesario, la poesía ya no se mide por calidad, ahora es por quién se lleva el PECDA, FONCA, SNCA, la Guggenheim, y si en el recorrido sale una estadía será como graduarse con honores.
2.- Los premios definen todo. A nadie le interesa leer libros que no sean premiados, por aburridos e insípidos que sean.
3.- Funda una revista literaria, organiza un festival. Aunque fuera del mundo literario nadie sepa quién eres, lo más importante es que todos los poetas te conozcan, no importa que tus poemas sean basura, el éxito radica en los contactos.
4.- Reseñarás a tu prójimo para ser reseñado.
5.- Qué importa si no conoces a los clásicos de la poesía, el aquí y el ahora te rigen, sólo conocerás a tus contemporáneos.
6.- No importa no tener editorial, lo de hoy es Instagram. Ahí es donde los poetas encontramos el público, los libros son el pasado, ya nadie gasta su dinero en ellos, y menos en poesía.
7.- Sé radical, pero no olvides que Dios te vigila. Siempre predica la causa justa, pero no te involucres mucho. Ama a tu prójimo, pero no más que a ti mismo.
8.- No menciones que te gusta Bukowski, pero sé cómo él. Hay que dárselas de progre, pero sin barrer la misoginia y hay que hacerle a la poeta que quiere un mundo mejor para sus iguales, pero siempre viéndolas como seres que merecen sometimiento. Nadie te puede contradecir, porque tú lo sabes todo.
9.- Sigue las modas, si en redes se habla de odiar a un poeta muerto hace 300 años, aunque no lo hayas leído, también ódialo.
10.- El suicidio se quedó en el siglo XIX, lo de hoy es morir homenajeado en Bellas Artes, no mereces menos, grábatelo.