Por Miriam Serrano*
Pese a los esfuerzos que en materia de seguridad realizan los tres órdenes de gobierno y, aunque los números indiquen que la incidencia delictiva vaya a la baja, la realidad los supera y por mucho: policías desaparecidos, homicidios en centros turísticos y caos vial en diversos puntos de la zona metropolitana luego de que sujetos armados lanzaran objetos ponchallantas son escenas cada vez más recurrentes en la entidad.
Para nadie es desconocido que la violencia que se vive en nuestro país y que no es privativa de Zacatecas ha ido escalando exponencialmente a lo largo de los años y que ésta, particularmente empezó a hacer mella en la entidad por ahí del 2006.
No hay discurso suficiente que controle los daños que miles de familias sufren derivado de los actos de violencia, el estar en el lugar y tiempo equivocados se ha convertido en una constante y “los daños colaterales” son el pan de cada día.
Gobiernos van y gobiernos vienen y el de turno siempre tiene en sus manos la responsabilidad de enderezar un barco de por sí ya hundido, pero eso no los exime de dar el máximo esfuerzo para, por lo menos, contener la violencia que le ha arrebatado la seguridad, la tranquilidad y la paz a la ciudadanía.
Hay acciones que escapan de las manos de las autoridades debido a las competencias, es decir, el orden municipal, estatal y federal, pues en el primer caso se trata de acciones preventivas, no de contención; sin embargo, es necesaria la participación y la coordinación de los tres órdenes para que las cosas funcionen; en apariencia así lo han hecho, pero la realidad, una vez más, los supera.
Si bien ha habido días en los que no se ha registrado ningún homicidio y que ésa es una buena señal, éstos se manchan con las desapariciones forzadas, personas desaparecidas y los enfrentamientos que un día se registran en una zona y al día siguiente en otra.
Este fin de semana estuvo muy intenso con hechos delictivos en la capital zacatecana, zona metropolitana y con la privación ilegal de la libertad de cinco elementos policiales de Villa Hidalgo, quienes se suman a tres más que han desaparecido en menos de dos meses, además de al menos 18 elementos, principalmente municipales y estatales, que han sido asesinados en diversos escenarios.
Eso de que la seguridad está en manos de todos y que se ha convertido en una especie de eslogan de la nueva gobernanza, es cierto, desde el seno familiar, como padres y madres debemos inculcar valores en nuestros hijos, verificar con quiénes se reúnen y qué es lo que hacen, lo mismo en las escuelas y en todos los núcleos en los que se involucran.
Sin embargo, la contención, el combate y la investigación están en la cancha de las autoridades y ningún discurso los eximirá de ésta, los resultados son los importantes, cuando regresen los miles de desaparecidos con sus familias, cuando sea seguro salir a la calle a cualquier hora del día, hasta entonces, entenderemos que los esfuerzos están rindiendo frutos… AL TIEMPO