ÓSCAR ÉDGAR LÓPEZ
Los seres humanos son una invención de sí mismos, el animal que algunos fueron feneció hace muchos siglos, quizá desde que comenzó a hablar, pues ha sido la palabra y aún más: el arte, el verdadero progenitor de esta especie. La batalla contra aquello que lo aferraba a su animalidad está siendo ganada en el terreno de su escisión ontológica digital; es en el campo de la virtualidad que la última versión de “lo humano” se afirma y se impone, ya no muere, ya no zurra, ya no está limitado a la biología ni a las emociones, pues estás son meras trampas para mantenerse mínimamente interesado en algo que le haga soportable su patética estadía en la tierra. Pero aún no prescinde de la copula para reproducirse, aunque esto pronto será una realidad y los bebés serán pedidos por Temu o Amazon.
Eso que llamamos “persona” nunca antes había estado tan desdibujado, su ambigüedad es tal que depende de cada individuo delimitar los márgenes de su ficción. Pero aún son mayoría los que cargan con su existencia, que se mueven en/con un cuerpo enfermizo, ellos también hacen lo posible por humillar a la corporeidad animal y al mismo tiempo la padecen, pues sus apetitos son constantes, sus deseos infinitos, su hambre una atroz cárcel.
El arte post humano y la pornografía han dado testimonio de este fenómeno, pues en ellos es el cuerpo y sus particularidades quienes han sido espejo y plataforma de la transformación. El cine XXX comenzó como una fantasía inalcanzable, igual ver la trompa viril de Jhon Holmes que a Charlton Heston haciendo de Moisés, todo era parte de la ilusión cinematográfica, en la actualidad el porno amateur nos posibilita a ser porn stars, desde el propio sofá y también a re-crear nuestras existencias en una red lúdica siempre emparejada a las reglas del mercado y la publicidad. Entonces: por una parte el ser humano detesta su animalidad, pero, por otra, no puede escapar a ella, entonces redime su abyección involucrándose, consiente e inconsientemente en lo que la investigadora Sayak Valencia llama Capitalismo gore.
La pintura barroca muestra al ser humano como una criatura vilipendiada por el mundo y cobijada por la santidad, los cuerpos retorcidos y místicamente dolorosos de José de Rivera y de Francisco de Zurbarán sufren con el consuelo del cielo, ya en el siglo XX Francis Bacon Y Lucian Freud nos muestran a los mismos mártires, pero aún más miserables, pues no hay cielo ni Dios, lo que hay es carne, sangre, fluidos y emociones, (las que Warhol luego va a suprimir), hasta llegar a Jenny Saville donde la brutalidad se muestra hiperrealista y pornográfica.
El artista mexicano Haniel Fonseca, virtuoso de la pintura figurativa, presenta en su obra un discurso tan salvaje y demoledor que es imposible ser indiferente, exhibe la dicotomía del cuerpo prostético atado a sus limitaciones, expoliado por sus necesidades y a la vez como centro del placer y el gozo. Las escenas de Fonseca suceden en baños, deshuesaderos de autos y habitaciones lúgubres, espacios disruptivos que retratan la cotidianidad de miles de personas a merced de sus dolencias, trastornos y enfermedades, atadas a una vida que acaso vale la pena vivirse sólo por los remanentes de placer. Ya no sólo Dios está ausente, tampoco hay pureza, bondad, ni mucho menos amor, hay deseo, carnalidad, coito, caca, pus y semen.
En la litografía: “Come niños y la psiquiatrización de las masas” Fonseca nos presenta al músico tijuanense “El muerto” a punto de encajar el diente a una escurrida persona, el titulo me hace pensar que, por si fuera poca la desdicha, las personas horadamos con fanática obsesión en nuestra miseria, tratamos de redimir el padecimiento al intelectualizar las afecciones, buscamos darle una explicación y un sentido a nuestra locura. La obra de Haniel Fonseca es un exquisito garrotazo a la hipocresía circundante en estos días, apreciar su pintura es tarea no sólo de espíritus decaídos, también es un ejercicio de reflexión del estado actual de la relación humana con su cuerpo y esa cosa informe que llamamos realidad.
Título: Come niños y la psiquiatrización de las masas
Autor: Haniel Fonseca
Técnica: Litografía
4/5
Colección particular
IG: @Haniel Fonseca