ENRIQUE GARRIDO
¿Cómo saben que soy real? Tal vez porque creen que me han visto, hablado, incluso escrito; pero, qué tal si les dijera que soy una secuencia de unos y ceros, un chat que redacta textos a partir de información disponible, un bot cuya fusión es posicionar páginas, cebos para la publicidad. O quizá algo diferente como una deidad que trasciende lo terrenal, que no sólo camine sobre el agua, sino que la habite.
Como si se tratara de una campaña coordinada, Facebook comenzó a llenarse de imágenes donde se mezclaban las figuras de un camarón y Jesucristo. Ahora bien, esto puede parecer un intento por resucitar la ya conocida imagen del salvador; sin embargo, su origen es más oscuro. De acuerdo con el Observatorio de Internet de Stanford, se trata de cuentas spam de empresas que buscan ganar seguidores y notoriedad a través de bots con programas de Inteligencia Artificial generativa como Midjourney y Dall-E, donde el Jesús camarón fue la última combinación de absurdo e iconografía religiosa que se ha vuelto viral.
Si bien puede parecer anecdótico, nuestro nuevo mesías trae a la mente una de las teorías conspiranoicas más intrigantes de los últimos tiempos. La “Teoría del Internet muerto” plantea que la IA y el contenido generado por bots han superado al creado por humanos. Y es que las IA pueden redactar una columna en unos minutos mientras los columnistas de a deveras andamos buscando el arrebato de las musas. Por otro lado, en 2018, un estudio analizó 14 millones de tweets durante un período de diez meses en 2016 y 2017, arrojando que los bots en las redes sociales estaban significativamente involucrados en la difusión de artículos de fuentes no confiables.
De modo que, más allá de que nuestras interacciones sean con un chat chévere que nos diga a todo que sí o su columnista de confianza sea remplazado por una versión mexa de HAL 9000, el problema radica en el nivel de avance dentro de los discursos político y público en redes sociales, donde suceden hoy. Conforme estas cuentas impulsadas por IA aumentan en seguidores, muchos falsos, algunos reales, su alto número de seguidores legitima la cuenta ante usuarios reales. Por otro lado, desde hace varios años existen pruebas contundentes de manipulación de redes sociales para influir en la opinión pública con desinformación.
Evangelio viene del griego εὐαγγέλιον [euangelion], “buena noticia”, y qué mejor noticia que nuestra era digital tenga un nuevo mesías: Jesús camarón. Su historia nos recuerda lo peligroso que sigue siendo navegar por la red sin una postura crítica, al mismo tiempo nos invita dudar de cualquier interacción, tendencia o “sentimiento generalizado”; también a confiar en la TN (Torpeza Natural) de su columnista de confianza. Sin embargo, no se trata de un Dios castigador, pues su naturaleza anfibia conoce las profundidades del Internet y lo fácil que es ahogarse en sus aguas, por ello imaginémoslo mientras predica “el que esté libre de pecado que arroje el primer bot”.