Por Othniel Ruiz
¿Cuántas veces no hemos dejado algo para el último momento? O qué decimos “después lo hago”. Así es como comienza el descuido, y en boca ni se diga. Vemos un puntito negro, nos cuenta que se fracturó una pequeña esquina del diente o las encías sangrantes llenas de sarro. Mientras no moleste “todo está bien”, “cita la próxima semana”, o “iré después de que pase tal cosa” o “en vacaciones”. Es lo que normalmente decimos y de esta manera postergamos algo que de muy simple se convierte en algo muy serio.
Ese pequeño puntito negro se ha vuelto una caries extensa la cual requiere ahora de un tratamiento restaurador de varias citas y de un costo no tan accesible, esto si queremos conservar nuestro órgano dental, y eso sin contar una posible infección la causante nos hizo acudir de emergencia o contactar a un doctor el domingo por la mañana.
Esa fractura en el diente que pensamos no iba a causar molestias, ahora es un diente con una fractura hasta la raíz, la cual causa un dolor muy fuerte y no toleramos nada frío ni caliente y hasta el hecho de masticar nos causa dolor, sin mencionar que es una pieza “perdida” y debido al nivel donde se encuentre la fractura quizá requiera de una cirugía para extraerlo completo y resolver esos dolores.
También ese poco sarro acumulado en la parte inferior de los dientes antero inferiores, ahora es una enorme piedra de sarro acumulado no acudimos en un momento adecuado, y luego de ser removido habrá dientes que se sentirán más flojos y sin hablar de que se puedan perder algunos, por motivo de que el sarro acumulado daños graves en el hueso y la encía que sostienen a los dientes.
Son sólo algunos ejemplos de lo dañino que puede ser esperar “el momento adecuado” de acudir al dentista pues entre más avanzado esté el daño, más probabilidad de que los tratamientos o soluciones sean factibles.
Es por ello que hacemos mucho énfasis en las citas control y revisiones periódicas, para diagnosticar oportunamente, evaluar y tratar antes de que el daño sea más invasivo. En boca podemos presentar un gran número de patologías y daños que no sólo afectan en boca, sino en general a nuestro organismo. Acudir con un dentista una o dos veces por año es quizás suficiente para nuestro estado de salud de nuestra boca.