OTHNIEL RUIZ
Acudir con el profesional odontólogo va más allá de aliviar dolores y retirar caries, o de blanqueamientos y brackets que embellecen la sonrisa. Cada persona es un paciente diferente que trae consigo circunstancias, ideas y condiciones distintas que implican que la atención y tratamientos sean de manera específica.
Por ejemplo, una persona con presencia de enfermedad periodontal severa y ausencias dentarias a consecuencia de la misma enfermedad, no es un candidato a tratamientos como las carillas dentales o un aclaramiento dental, puesto que el problema viene “de raíz” y los tratamientos que requiere para una posible solución no son los anteriormente señalados.
Aquí es donde el profesionalismo tiene un papel importante en la consulta odontológica, ya que cada persona cuenta con un historial de salud distinto como alergias, antecedentes patológicos, intervenciones médicas y quirúrgicas, herencia genética, reacciones medicinales, y una larga lista de etcéteras, lo que condiciona a la persona a una atención médica y dental muy personalizada para prevenir, evaluar, diagnosticar y tratar de la mejor forma posible.
La boca no es sólo nuestra carta de presentación al mundo, también es la entrada principal de la salud o la enfermedad a nuestro organismo. Estar conscientes de esto significa entender que lo que puede ser la solución para alguien puede que no lo sea para todos, pues aunque existen tratamientos específicos para las distintas condiciones patológicas, se deben llevar a cabo de manera muy específica para lograr su función principal.
De igual forma, es preciso que los pacientes entiendan qué tanto la atención como los tratamientos son específicamente personales y realizados de principio a fin con la más alta calidad y profesionalismo, explicado claramente para que el paciente entienda y autorice lo señalado por el profesional odontólogo.
Sin importar lo que hoy en día veamos en tantos anuncios donde se recomiendan soluciones novedosas y sobre todo milagrosas, es importante no dejarse llevar por esa marea del consumismo y la moda, puesto que puede traer consecuencias muy malas a nuestra salud; entonces, lo que se ofrece como una solución se puede convertir en un problema y con la salud no se juega.