Miriam Serrano
Luego de la renuncia de Francisco Murillo Ruiseco a la Fiscalía General de Justicia del Estado el pasado 31 de octubre y, una vez que se abrió la convocatoria para sucederlo, la lista de aspirantes es muy larga.
Si bien es urgente encontrar el perfil idóneo para asumir esta gran responsabilidad, también es cierto que no será un proceso limpio y tampoco es válido que todo el que respire aspire, pues para sacar adelante a este organismo se necesita mucho más que eso.
Y no se trata de ser negativos, se trata de que en este país, y el estado no es la excepción, la democracia y los procesos limpios no existen, el dinero y el poder están por encima de lo que debería ser.
Para esta sucesión se registraron 27 personas, todos profesionistas, la gran mayoría con una amplia experiencia en la función pública o en la abogacía y, por supuesto, son muy cercanos al rubro penal, así que conocen a detalle el sistema de justicia desde la perspectiva de la investigación del delito.
Algunos otros, definitivamente fueron obligados a inscribirse con el interés de que determinadas instancias pudieran estar conectadas directamente con la FGJEZ. Eso, definitivamente, no será permitido por la nueva gobernanza, pues bajo ninguna premisa es conveniente.
Algunos más, tienen una carrera profesional irreprochable, tal como lo expresó el magistrado presidente, Arturo Nahle García en el programa de la periodista Verónica Trujillo, para ser funcionario o político se necesitan tres elementos fundamentales: que no te acusen de tonto, que no te acusen de corrupto y que no te acusen de cobarde.
Reconozco en esa lista de 27 a algunos aspirantes con esas cualidades; sin embargo, dadas las prácticas de la nueva gobernanza de nada les servirá, pues los intereses son otros y los movimientos que habrán de elucubrarse en los próximos días desde palacio de gobierno para girar las instrucciones a seguir al Poder Legislativo ya están en marcha.
Pareciera que quienes integran este gobierno no terminan de entender que lo menos que ocupan en ese momento es un “fiscal carnal”, el horno no está para bollos y la situación actual en la entidad en materia de seguridad es de miedo.
Con 29 policías asesinados, muertos por doquier en varias partes de la entidad, recordemos que este fin de semana fue particularmente sangriento, aunque nos quieran bombardear por todos lados que los números de la incidencia delictiva van a la baja, son elementos suficientes para entender que se necesita al mejor perfil al frente la FGJE y no al del “contentillo”, porque se supone que de lo que se trata es de hacer efectivo a este organismo ¿o no?
Pero tal parece que ésta no será la premisa para que nuestros flamantes legisladores “elijan” al mejor para ocupar tan importante cargo, lo harán con base en lo que les dicten desde el otro poder, pues la división de poderes existe, sí, pero sólo en nuestra imaginación… AL TIEMPO.