La Navidad es una época mágica que invita a la reflexión, la unión y la celebración de los vínculos más cercanos, sobre todo si se seleccionan las películas de la época que veíamos en el Canal 5. En esta festividad, no sólo compartimos momentos con amigos y familiares humanos, sino también con los animales que forman parte de nuestras vidas y corazones. Cada uno de ellos, desde un perro hasta un gato o incluso un conejo, puede convertirse en un compañero inseparable, un miembro más de nuestra familia que aporta amor, lealtad y alegría, así como dolores de cabeza y corajes que luego andarán en forma de reels o tiktoks.
Inspirados en historias como Rafa Claus y el fin del invierno venado, de Abraham Israel Cabrales Morales, podemos ver cómo nuestras mascotas trascienden su papel tradicional para convertirse en protagonistas de nuestras narrativas más entrañables. En este cuento, el autor crea un universo mágico donde los animales no sólo acompañan a los humanos, sino que asumen roles protagónicos que reflejan valores universales como la perseverancia, el amor y la protección de la naturaleza. De alguna forma, éste es el papel principal de esas bolas de cabello: coprotagonistas de nuestros hogares.
Los animales en tutela tienen un papel único durante la Navidad. A menudo, sus travesuras al explorar el árbol de Navidad o su emoción al abrir regalos contagian alegría y nos recuerdan la importancia de vivir el presente. Tal como Mo, el coprotagonista de la historia inspirada en una perrita real, nuestros compañeritos son una fuente constante de aprendizaje: nos enseñan sobre límites, sobre el amor desbordado y el perdón después de pisar sin querer su colita. Nos enseñan lecciones sobre la simplicidad, la paciencia y el amor incondicional, valores que resuenan profundamente durante esta temporada, aunque sea en forma de marketing.
Además, incluir a nuestros compañeritos en las celebraciones navideñas nos anima a mirar más allá de lo comercial. Las historias que las involucran, como las de Rafa y Mo, no sólo entretienen, sino que transmiten mensajes más profundos. Por ejemplo, en la narrativa de Cabrales Morales, la importancia del medio ambiente y el cambio climático se explora a través de un simbolismo que conecta la Navidad con la naturaleza. De esta forma, los animalitos se convierten en puentes que nos conectan con el mundo que nos rodea, recordándonos la necesidad de cuidar de nuestro planeta para garantizar su futuro.
El proceso creativo que combina escritura e ilustración, como el de Abraham Cabrales, también refleja cómo nuestras mascotas inspiran arte y literatura. Desde dibujar sus aventuras hasta imaginarlas en universos mágicos, estas actividades no sólo celebran la relación que tenemos con ellas, sino que también perpetúan su legado en historias que podemos compartir con otros.
Finalmente, la Navidad es un momento para agradecer por quienes están a nuestro lado, incluidas nuestras bolas de pelo, que muchas veces son nuestras mayores aliadas en los momentos más oscuros al llegar a casa. Al igual que Rafa Claus enfrenta desafíos que reflejan luchas universales, nosotros encontramos en nuestros pequeños aliados una fuente de fortaleza para superar obstáculos. Cuidarlos, valorarlos y verlos como parte integral de nuestra familia es lo mínimo que podemos regresarles ante su profundo compromiso y acompañamiento.
Esta Navidad, celebremos con ellos, recordando que su amor y compañía son un regalo inestimable. Que nuestras historias, como las de Rafa y Mo, sigan inspirando a más personas a valorar a los animales como seres llenos de amor y significado, cuya presencia hace que nuestras vidas sean aún más ricas y felices. Cuidado con el árbol de Navidad, disfruten mucho de su familia humana y peluda, y no olviden que juntos ¡incendiamos la cultura!
Karen Salazar Mar
Directora de El Mechero