MANUEL ALEJANDRO CEBALLOS.- Toluca, México. Escritor y promotor cultural. Estudió en la Universidad de Guadalajara. Director del proyecto editorial Literatelia y de las revistas de divulgación literaria Galerías del Alma, Radio Pavana, Ars poética 1970, y Gaceta literaria de la Terrible Presencia, así como del Festival Internacional de Poesía México. Es autor del poemario Réquiem colectivo (Don Juan de Amiel, Perú, 2018), Ciudad de primavera (Literatelia, México, 2019), Temporada de Aves (Incendio Plaquettes, Guatemala, 2021), En la oscuridad del tálamo (Convergencia, Bolivia, 2023), Cosmogonía de un cuerpo pre-mortem (Malpaso, Honduras, 2024) y Desrealización: morfología del recuerdo (Conunhueno, Chile, 2024). En dramaturgia publicó A las puertas del convento San José | Amantes de diligencias (Vocalibus, México, 2019). Ha participado en Festivales y ferias del libro de México, Centroamérica y Sudamérica. Ganó el Premio Municipal de la Juventud Toluca por su labor social como gestor cultural en 2017. Su poesía ha sido traducida al inglés, francés, uzbeko y a varias lenguas nacionales de México. Parte de su obra se encuentra publicada en revistas literarias de América Latina.
EL MECHERO: ¿Cuál fue la inspiración inicial para crear el Festival Internacional de Poesía México, y cómo ha evolucionado desde su primera edición hasta esta séptima?
MANUEL ALEJANDRO CEBALLOS: La mística de Literatelia, que es la casa fundadora del festival, tiene como objetivo que la literatura llegue a todos lados. Y ahí es donde surge la oportunidad de que nazca un festival que pudiera ir a lugares a donde no se han llevado actividades de este tipo. Ése resultó ser el reto principal.
EM: ¿Cuál ha sido el mayor desafío al organizar un festival de poesía de esta magnitud en Ciudad de México y Estado de México?
MAC: El principal desafío es sin duda el recurso económico, porque cada año buscamos que el festival sea autosuficiente y en ese camino nos hemos encontrado con muchos obstáculos, pero en la actualidad nuestros aliados estratégicos, con los que contamos en esta edición del encuentro, han sido un pilar importante y que no respaldan en esta travesía.
EM: Este año, ¿qué criterios utilizaron para seleccionar a los poetas y artistas participantes? ¿Cómo lograron tener una diversidad de voces en el programa?
MAC: Son autores que hemos leído y que hemos visualizado de años anteriores. Cada invitado, en su mayoría, lo colocamos en una lista de dos años en espera (sin que ellos lo sepan). También los autores, por lo general, pedimos referencias a otros festivales sobre su comportamiento.
EM: ¿Podrías contarnos sobre la temática o el enfoque central de la edición de este año?
MAC: El enfoque central de la edición siempre ha conservado la esencia y la mística de Literatelia.
EM: ¿Cómo integran el entorno urbano de Ciudad de México y el Estado de México en las actividades del festival?
MAC: Entendemos que las diferencias entre Ciudad de México, la cual es la capital de nuestro país, en comparación con los municipios donde prácticamente son desconocidos, tienen su propia idiosincrasia. Y esa manera tan particular de recibir actividades como las que nosotros realizamos. En Ciudad de México, teniendo muchos centros culturales y espacios donde se puede llevar a cabo lecturas de poesía, son una diferencia abismal con lo que pueden ofrecernos en municipios rurales. Sin embargo, la mejor recepción ha sido de las comunidades a las que asistimos.
EM: ¿Cómo ha sido la respuesta del público a lo largo de las ediciones anteriores? ¿Han notado un cambio en el perfil o intereses de los asistentes?
MAC: Ixtapan de la Sal, es en definitiva el ejemplo claro: la primera edición costó mucho trabajo introducir la poesía en el municipio; no obstante, con el paso de siete años, a la gente ya no se le hace algo desconocido, no se le hace algo nuevo, que pueda ser extraño, en un lugar que tiene como característica los balnearios. La población ya sabe que cada año hay festival y estará ahí.
EM: ¿Qué distingue al Festival Internacional de Poesía México de otros festivales literarios en el país?
MAC: Cada festival tiene su propio sello y su misma diferencia con los demás. En el caso del FIP México, ofrecemos a nuestros invitados que participarán en las jornadas completas la publicación de un poemario, además de que buscamos mostrarles nuestra identidad a través de una ceremonia ancestral. Nuestro festival, junto a su mística, vamos a escuelas particulares dentro de la ciudad y a escuelas rurales que se encuentran más alejadas, en municipios más alejados.
EM: ¿Qué criterios o características buscaban en los autores invitados para lograr una representación diversa de voces poéticas?
MAC: Principalmente es la geográfica, que existiera una diversidad en la cual se pudiera representar una zona geográfica de nuestro continente, de manera que se pueda generar una pluralidad de manera automática, ya que en cada país y en cada zona hay diferente poesía y se habla de distintas cosas
EM: ¿Cómo crees que el festival contribuye a conectar a los poetas internacionales y nacionales con el público mexicano?
MAC: La manera en la que hacemos que los poetas interactúan entre sí y que después de terminar el festival continúan interactuando entre ellos. Por tanto, la poesía se expande y empieza a ampliar sus horizontes donde a veces no hay ese vínculo para abrirse.
EM: ¿Cómo buscan que los autores invitados se integren en la cultura y comunidad del festival y de los espacios donde se presentan?
MAC: A manera de retribución social, el poeta adopta a un par de chicos a los que tienen que guiar en el inicio de la literatura. Y durante un día específico les dan un pequeño taller, así como una sugerencia en sus obras que llevan para que los poetas lean.
EM: ¿Existen actividades especiales diseñadas para acercar al público joven o nuevo a la poesía? ¿Cómo han respondido a estos esfuerzos?
Sí, entre algunas otras cosas la respuesta anterior y la lectura en las escuelas directamente con los jóvenes.
EM: ¿Qué impacto esperan que tenga el festival en la vida creativa y literaria de los asistentes, especialmente en aquellos que se acercan por primera vez a la poesía?
MAC: En la actualidad, alumnos de un taller literario en tonatico, esperan con ansia que lleguen nuevos voces al festival de poesía y que puedan retroalimentarlos.
EM: ¿Qué diferencia han notado en la respuesta del público entre las lecturas, las mesas redondas y los talleres de poesía?
MAC: Las lecturas las entendemos de manera en que los poetas puedan conectar con distintas dinámicas, sobre todo con los estudiantes de manera más directa. El ejemplo claro es el circuito de lectura que desarrollamos en las escuelas. Por otra parte, las mesas son una manera de darle formalidad al evento, sobre todo cuando se tiene la participación de invitados especiales como poetas representativos y con una importancia muy grande, en esta última edición contamos con la participación de la presidenta municipal del municipio de Tonatico.
¿Podrías compartir algún momento o anécdota memorable de este año o de ediciones pasadas del festival?
MAC: El evento de clausura en Tonatico fue algo muy importante, ya que como tal era el segundo año en que nosotros pisábamos este municipio y la respuesta de la gente en la Plaza Cívica fue estupenda. Lo que nos da la reflexión de que quizá estaban esperando a que llegara un evento así.
EM: ¿Qué visión tienes para el futuro del festival? ¿Te gustaría expandirlo a otras regiones o incorporar nuevos formatos?
MAC: Nuestro festival tuvo el formato virtual en pandemia; sin embargo, hemos decidido que debe ser presencial, ya que la magia de la interacción con la gente es diferente a la que se pueda generar por vía virtual. Justamente, estamos expandiéndonos cada vez más y la intención es abarcar más días, pero a su vez abarcar más regiones y abarcar más aliados estratégicos.
Fotografía extraída de Facebook: @Manuel Alejandro Ceballos