Por Luisa Espinosa Carmona
Me gustaría iniciar siendo clara y diciendo la verdad, NO EXISTEN “frutas malas” o “frutas buenas”.
Lamento si la respuesta es lo contrario a lo que esperabas, desafortunadamente el clasificar a los alimentos como buenos y malos es una práctica constante que se ha normalizado, haciendo cada vez más fuertes las creencias que hay frutas que nunca deberíamos consumir y que existen otras que deberíamos comer en exceso.
Creencias como:
- No debes comer fruta después de las 6:00 pm
- Tienes que comer las frutas en determinadas combinaciones
- El jugo de fruta es lo peor
- El plátano es “pura azúcar”, pero come todo el coco que quieras
- La fruta causa adicción
Entre muchas más.
Todo este tipo de desinformación crea bastantes barreras al momento de querer alimentarnos, pues parece ser que cada vez hay más contras que pros en cada alimento. Como ya se mencionó, pero por si aún no ha quedado del todo claro, esto son sólo mitos, creencias sin bases científicas que nos permitan hacer una aseguración de ello.
La fruta es un gran alimento, es cierto que dentro de su composición destaca la presencia de Carbohidratos, el macronutriente que más presente debe de estar en nuestra alimentación diaria. Las frutas nos aportan energía de fácil utilización, fibra soluble e insoluble (ambas necesarias para una buena salud gastrointestinal), agua, vitaminas y minerales; todos siendo de gran importancia para el mantenimiento de la salud.
Todos los mitos que rodean a este alimento se originan a partir de la idea de que el consumo de carbohidrato es el detonante para desarrollar un aumento de peso. La realidad es que no existe ningún alimento que por sí sólo pueda inducir un aumento de peso, los cambios corporales son multifactoriales. También es cierto que bajo ciertas condiciones clínicas suelen existir algunas restricciones en cierto consumo de frutas así como de otros alimentos; como ejemplo, podemos hablar de la alimentación baja en FODMAPS para el tratamiento de Síndrome de Intestino Irritable (SII); este tratamiento dietoterapéutico ayuda a mejorar la sintomatología en SII. Pero incluso este tipo de alimentación sólo se mantiene por cierto periodo de tiempo, todo dependerá del avance del previamente y de la indicación terapéutica que dé la o el profesional de la salud.
Si te gustaría saber cuál es la cantidad de fruta que mejor se adapta a tus necesidades, te invito a visitar a tu profesional de nutrición de confianza para poder tener una indicación personaliza. Pero en lo que acudes a tu profesional, te dejo algunas recomendaciones para un consumo adecuado:
- Prefiere frutas de temporada, además de tener un mayor aporte y calidad de nutrientes, también cuidará tu economía.
- Lava y desinfecta siempre tus frutas antes de su consumo, para evitar cualquier infección gastrointestinal.
- Si una de tus frutas desarrolló moho, tírala y no la consumas, no importa si sólo lo tiene en una parte pequeña.
- El acompañar el consumo de fruta junto con alguna grasa con proteína como las semillas, nueces, pistaches, almendras, piñones, etc. Ayuda a tener una absorción más lenta, esto puede ser de gran apoyo si tienes resistencia a la insulina, pre diabetes o algún tipo de diabetes.
Por último la única fruta “mala” es aquella que ponga en riesgo tu salud, como una fruta sucia o contaminada, perecedera o alguna fruta a la cual tengas alergia.