
La representación del cuerpo a través del tiempo nos ha mostrado como el ideal de belleza en cada época tiene una constante, siempre es alcanzable solo para la minoría. El estándar actual aplaude la delgadez y rechaza la existente diversidad corporal, minimizando y normalizando las prácticas y comportamientos que se llevan a cabo para poder llegar a la anhelada hegemonía. Pues el contar con el estándar estético aceptado promete el ser merecedor de éxito, felicidad, estima, amor. Promete todo aquello que cualquier persona puede alcanzar independiente del cuerpo que habite.
Hay que tener claro que el habitar un cuerpo delgado o hegemónico no es algo malo, lo que se trata de resistir es la implantación de que solo los cuerpos que cuenten con esas características, son valiosos, saludables, deseables o bellos.
La interiorización de este ideal de delgadez se puede definir como el grado en el que una persona se involucra cognitiva y afectivamente en los ideales de atractivo socialmente definidos, esta internalización es el resultado de la adopción de actitudes que son aprobadas por aquellos individuos que nos son significativos o respetados. La presión que genera el hecho de que dicho ideal sea promovido en tantos contextos, incluyendo los más cercanos como la familia y los pares, o más lejanos como los medios de comunicación, logra que éste se vaya interiorizando cada vez más en el sistema de creencias de cada persona, promoviendo que se busque el alcanzarlo a toda costa. Esta búsqueda del ideal, y los mecanismos a través de los que se promueve éste, traen consigo consecuencias que se ha demostrado que predicen alteraciones de la imagen corporal, insatisfacción corporal y alteraciones patológicas de los hábitos alimentarios.
¿Qué acciones puedo tomar para resistir el ideal o evitar promoverlo?
- No opinar sobre el cuerpo ajeno. Así sea con una “buena intención”, debemos tener claro que del cuerpo ajeno NO se habla. Para entender mejor esta práctica puedes aplicar la regla de los 5 segundos; se trata de solo dar un comentario si la persona a la que se lo otorgas puede cambiar lo mencionado en ese tiempo mínimo, como ejemplos: tienes la nariz sucia o tienes algo de comida en el diente. Esas serían cosas que una persona sí puede modificar, que no afectan en ningún nivel de salud y en las cuales no hay agresión.
- Dejar de seguir cuentas en redes sociales que te causen malestar con tu cuerpo o forma de alimentarte.
- Evitar comparar tu cuerpo con el de los demás.
- Seguir cuentas de corporalidades diversas, en especial aquellas con las que te sientas representada o representado.
- Respetar tus sensaciones de hambre y saciedad, teniendo en cuenta que la diversidad en tu alimentación es algo bueno.
- Escuchar podcast o leer libros con temas de aceptación y diversidad corporal.
- Recordar que tu cuerpo no es ajustable a moldes o algo que tengas que arreglar.