Por: María de los Ángeles Moreno Padilla
La cultura de paz en educación desde el último lustro del siglo XX hasta la actualidad, se aborda desde la instauración del peldaño aprender a convivir en una sociedad inclusiva, democrática y justa que permita construir relaciones interpersonales sanas y pacíficas que aborten y/o prevengan cualquier tipo de violencia en los espacios escolar, áulico y sociofamiliar.
El alumnado, en interacción con otros, otras y sus contextos, se enfrenta a conflictos que, si no se solucionan con eficacia, pueden originar expresiones violentas, lo cual abona a crear ambientes de aprendizaje socioafectivos insanos.
Por ello, en educación básica, a través del arribo del plan de estudios 2022 de la Nueva Escuela Mexicana, se busca configurar una cultura de paz a través de acciones que permitan prevenir y solucionar conflictos de forma efectiva, considerando que: Los conflictos son una oportunidad educativa, una oportunidad para aprender a construir otro tipo de relaciones, así como para prepararnos para la vida, aprendiendo a hacer valer y respetar nuestros derechos de una manera no violenta.
En otras palabras, los conflictos son circunstancias en las cuales entran en desacuerdo dos o más personas debido a sus posiciones, intereses, anhelos y valores percibidos como incompatibles, en las cuales la relación entre las partes del conflicto puede considerarse deteriorada.
¿Qué atenta contra la cultura de paz en la escuela?
Las siguientes enunciaciones son indicadores que reflejan la presencia de conflictos y actos violentos en la escuela:
- Las necesidades e intereses de las personas se contraponen.
- Existe tensión que puede distorsionar la percepción de las partes del conflicto.
- Se refleja incomodidad por el comportamiento o actitud de las partes del conflicto.
- Existe disgusto por el trato que se recibe de las demás personas.
- Alguna situación provoca emociones como: enojo, tristeza, frustración, vergüenza, entre otras.
- Actores y/o actrices educativos se manifiestan en riñas, golpes, amenazas, acoso escolar o bullying, ciberacoso, entre otras.
- Se generan conductas (tanto por alumnado como por docentes) como la discriminación, el machismo, la falta de inclusión de personas con discapacidad, el abuso de autoridad y otras violencias.
A continuación se detallan las características que manifiestan los conflictos que atentan contra la cultura de paz en la escuela:
- Necesidad de poder: Conlleva el acceso y la organización de los recursos personales y materiales en la escuela.
- Conflictos intra e interpersonales: Nace con la necesidad de seguridad, se carece de sentido de pertenencia institucional, se atenta contra la comunicación asertiva, se tiene baja autoestima y decreciente capacidad para la expresión emocional.
- Deficiencia en la estructura organizativa: Se presenta mediante la ausencia de autodeterminación, toma de acuerdos escolares efectivos, ambigüedad en la consecución de metas compartidas y desigualdad que guía la insatisfacción laboral.
- Diferencias ideológico-científicas: Se lleva a cabo al ser manifestadas distintas perspectivas con respecto a asuntos pedagógicos y las prácticas de valores que guían la formación de los actores durante el proceso educativo.
¿Cómo se promueve la cultura de paz en la escuela?
- Reconocer los conflictos en que te encuentras inmerso(a) y hablar sobre ello.
- Reconocer y tomar en cuenta los sentimientos, ideas o intereses de las personas involucradas ante el conflicto escolar.
- Promover una comunicación asertiva ante la presencia de algún conflicto.
- Proponer, dar seguimiento y evaluar las alternativas de solución de los conflictos escolares favoreciendo a todas las personas implicadas en la toma de acuerdos ante la presencia del conflicto.
Profundizar en el análisis de la cultura de paz en los centros escolares orienta al planteamiento de soluciones efectivas por cada una de las partes implicadas en los conflictos dado que los diversos tipos de estos se generan debido a asimetrías de poder y al insuficiente trabajo colaborativo que agoniza con la potestad del individualismo y la ambigüedad ideológico-científica del trabajo escolar.