Por Luisa Espinosa Carmona
Estoy segura que a la mayoría de las personas están familiarizadas con el término de Índice de Masa Corporal o IMC. Ya sea porque en alguna campaña de salud o en consulta con algún profesional de esta área los midió, pesó y les comentó que estaban en bajo, normal o alto peso corporal.
El índice de masa corporal (IMC) es el peso de una persona en kilogramos dividido por el cuadrado de la estatura en metros, es decir, que con esta fórmula prácticamente medimos la cantidad de espacio que ocupamos, es un método de evaluación fácil y económica para la categoría de peso: bajo peso, peso saludable, sobrepeso, y obesidad. Éste se usa como una herramienta de detección, pero no diagnostica la grasa corporal ni la salud de un individuo.
Para determinar si el peso en relación con la estatura es un riesgo para la salud, el profesional de la salud necesitará realizar evaluaciones adicionales. Estas evaluaciones incluyen parámetros antropométricos, bioquímicos, clínicos y dietéticos. Entendamos que como ya se mencionó, el IMC no diagnostica composición corporal, a través de esta ecuación no podemos saber porcentaje de grasa corporal, masa muscular, agua corporal y hueso. Por ejemplo, una persona con músculos grandes y poca grasa corporal puede tener un IMC alto, pero no necesariamente tener un riesgo a su salud.
Por lo que utilizar el IMC como base principal para llegar a un diagnóstico dentro de la práctica clínica se considera obsoleto y de mala praxis, ya que puede llegar a ofrecer información errónea que sólo desinformará al paciente que se esté tratando, ya que el IMC puede subestimar la cantidad de grasa corporal en personas que tienen una gran cantidad de músculo y sobreestimarla en personas con una cantidad menor de músculo.
Si bien el IMC se puede seguir considerando una herramienta funcional en temas de salud pública, por su practicidad al facilitar el levantamiento rápido de datos estimados en una población, no justifica su uso en la práctica individual.
Así que si tú en algún momento del pasado o en la actualidad llegas a sentir malestar emocional por un resultado de IMC dado en alguna feria de salud o como parte de la rutina de una consulta clínica, te invito a acudir con un/una experto/a en el área de la nutrición que te pueda ofrecer una evaluación completa y personalizada que te pueda ayudar a entender cómo funciona y reacciona tu cuerpo, y que es lo que necesita para mantenerse en un estado de salud.