MIRIAM SERRANO
Julio Lozano Gutiérrez, docente investigador de la Unidad Académica de Agronomía de la Universidad Autónoma de Zacatecas (UAZ), expuso que es de suma importancia impulsar el control biológico de plagas para reducir el uso de plaguicidas que afectan a la salud.
En entrevista exclusiva para puntos suspensivos precisó que los investigadores que trabajan en esta área de control de plagas se dedican a buscar alternativas que la misma naturaleza provee, tales como microorganismos, como hongos, bacterias, o bien, macroorganismos como insectos que se dedican a comer y parasitar a las plagas.
Además, indicó que también investigan el control bioracional, que es el uso de plantas de la región que tengan algunas propiedades para inactivar o matar aquellos insectos plaga.
El investigador detalló que en términos generales, en el caso de la Unidad Académica de Agronomía se dedican a observar en un cultivo las poblaciones de los insectos plaga. Una vez que conocen las poblaciones, se comienza con el uso de microorganismos que se pueden conseguir en los propios medios de reproducción que proveen los gobiernos estatal y federal, o de las cepas que se pueden extraer en la naturaleza.
Una vez que se hacen las aplicaciones, se observa la regulación de las plagas y valorar si es necesario realizar más aplicaciones para que se vaya confirmando la regulación.
Lozano Gutiérrez explicó que con este tipo de investigaciones y de acciones se busca evitar el uso de agroquímicos lo que es un gran problema no sólo en el estado, sino a nivel mundial, por la enorme cantidad de plaguicidas que se usan.
Huerta piloto
El investigador afirmó que se tuvo una gran experiencia este año con unos productores de manzana de la comunidad Rancho Nuevo, en la capital, donde se trabajó en una huerta piloto que el dueño permitió usar para que experimentaran y realizaran todo un proceso que se llama sistema de pronóstico.
Este sistema, subrayó, es el uso del conocimiento de los insectos, en este caso, Zacatecas, ya de años es productor de manzana y siempre han tenido un problema con la plaga de un insecto que se conoce como “palomilla de la manzana”.
El investigador explicó que el gran problema que se tiene con este insecto es que no se alcanza a percibir cuando se pone el huevecillo y la larva, una vez que se introduce en la fruta no se vuelve a ver, mientras consume las semillas de la manzana.
Por tanto, conociendo la biología de la palomilla, cómo pone los huevos, cuándo, pero, teniendo el conocimiento de cómo los insectos se regulan con la temperatura externa, ésta requiere determinado calor, además de cómo se reproducen.
En este sentido, la hembra despide una determinada feromona para llamar al macho para copular, conociendo esto, desde hace algunos años se produjeron de manera artificial estas feromonas.
Ésta sustancia se utiliza en trampas, una por cada cuatro hectáreas y ahí llegan los machos que son atrapados, gracias a esto se ha podido reducir las plagas.
Lo novedoso de este año en Rancho Nuevo, subrayó, es que en lugar de utilizar una trampa, se usaron 10, con el objetivo de capturar la mayor cantidad de machos, pues con ello se redujo la reproducción.
Precisó que esto inició en marzo y aún se monitorea la captura de los machos y con ello la sanidad de la fruta, por lo que se puede asegurar que el producto salió sana y sin plaga, a diferencia de los demás vecinos de esta huerta, pues la fruta estuvo agusanada por la falta de lluvia, pues ésta incide en que la población de la palomilla disminuya.
Julio Lozano destacó que “hoy por hoy” con estas condiciones de clima totalmente adversas, de mucho calor y donde no hubo lluvia, se aseguró una huerta de cuatro hectáreas sanas sin el uso de plaguicidas, con el control de la plaga y una fruta limpia es un éxito.
El docente comentó que el plaguicida fue de gran ayuda en su momento porque evitó la pérdida de las cosechas, pero hoy es un gran problema por el abuso de estos químicos, lo que genera consecuencias como “un círculo de fuego”, pues hoy se aplica plaguicida y como consecuencia también se eliminan todos los organismos naturales que normalmente la controlan.
Asimismo, precisó que con el plaguicida no se elimina el 100 por ciento, generalmente, cuando más se puede eliminar sólo 95 por ciento, es decir, que este cinco por ciento no se regula, y ello requerirá el uso de más químicos y, la consecuencia, es que los insectos tienen resistencia y no se pueden matar.
Destacó que en este momento hay preocupación por la plaga en la producción de brócoli, pues no encuentran como controlarla, debido a que el ciclo de vida del bicho es muy rápido, las aplicaciones de plaguicidas son invasivas.
Con estos métodos naturales se busca reducir el uso de químicos que finalmente impactan en la salud de los seres humanos, con la ingesta e inhalación de productos tóxicos.