MIRIAM SERRANO
MAZAPIL. Hay acciones que, cuando se realizan de manera conjunta, pueden cambiar la realidad de toda una comunidad y es lo que este martes sucedió con la comunidad San Juan de los Cedros, de Mazapil, luego de que la empresa minera Newmont Peñasquito construyera un campo de béisbol con una inversión de 25 millones de pesos.
Los fuertes rayos del sol y las tolvaneras que una y otra vez se formaban no fueron impedimento para que niños, jóvenes y adultos se dieran cita a la inauguración de este campo deportivo, misma que estuvo a cargo del gobernador, David Monreal Ávila, pues era más su algarabía que cualquier inclemencia del tiempo.
El común denominador de las empresas mineras es realizar actividades socialmente responsables y, de acuerdo a las expresiones de los habitantes, si no fuera por la presencia de la industria minera en sus localidades, su vida laboral, económica y social serían, totalmente distintas, pues las condiciones actuales en estos rubros son prácticamente nulas.
Por lo anterior, agradecieron la construcción de este campo de beisbol de primer nivel, pues, aparte de que es ecológicamente sustentable, ya que cuenta con pasto sintético, también la empresa contribuyó con una planta potabilizadora que brinda agua potable hasta en un 200 por ciento más a la comunidad y un 180 por ciento de agua para consumo humano.
Tan amplia ha sido la aceptación de la población que hoy por hoy existen 35 equipos de la liga con las categorías: infantil, juvenil, de mujeres y veteranos.
Comunidades como la de San Juan de Cedros existen en varias latitudes del territorio zacatecano, comunidades que “subsisten a la buena de Dios”, tal como lo expresan sus pobladores, sin condiciones laborales ni de economía, sólo con los esfuerzos extrahumanos que realizan las cabezas de familia, sean hombres o mujeres.
Sin embargo, cuando tienen la oportunidad de que una empresa minera, que, dicho sea de cierto, impacta ecológicamente a la autoridad de manera controlada, también lo hace en otros ámbitos de la comunidad, brindándoles alternativas de empleo, proveeduría y acciones socialmente responsables.
Al respecto, Monreal Ávila detalló que sólo dos cosas le pidió al empresariado minero: que la generación de empleo y proveeduría fuera 80 por ciento para los zacatecanos y que fueran socialmente responsables, y Newmont Peñasquito lo cumplió, pues fue la primera empresa que lo aceptó.
El campo tiene una capacidad para 250 espectadores, cuenta con dimensiones de nivel profesional y tiene por objetivo fomentar la cultura del deporte y una vida saludable entre miles de familias de la región.
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