Por Jimena Cerón
Traducido directamente desde el inglés como rompecabezas, les hablaré de la palabra más como una técnica de trabajo en equipo desde un enfoque social, para luego hacer un bosquejo en mi propia persona de lo que conlleva el logro de resultados a través de la estructuración correcta de acciones y decisiones.
La palabra JIGSAW está compuesta de dos palabras: “JIG”, que podemos entender como parte, stencil, aunque en la danza también específica un movimiento preciso; y “SAW” que tal cual es sierra que, conjugándolas más en una oración que en una unión de palabras, nos deja claro que se trata de un todo segmentado ya.
Así, empecemos a hablar de la técnica, JIGSAW o más coloquialmente conocida como PUZZLE. Dicha técnica se centra en tener un aprendizaje cooperativo, aunque en la actualidad cada vez son más las empresas las que principalmente la usan para que sus colaboradores comprendan la importancia de su trabajo y cómo éste repercute en la manera en que se logra un todo al complementarse con los otros.
En 1971, Elliot Aronson diseñó este modelo de aprendizaje a fin de reducir las brechas sociales existentes en su aula principalmente por las diferencias raciales, con lo cual pretendía que entre sus alumnos aprendieran mutuamente. Al principio el conocimiento era compartido de manera general para ser expuesto, aspectos que no parecían ser muy innovadores, posteriormente la información fue segmentada dando como resultado la necesidad de escuchar al otro para comprender la totalidad.
Tal cual ocurre como cuando observamos una pieza de un rompecabezas y luego unida a otra y luego siendo parte del todo, Aronson logró diseñar una forma de compartir el conocimiento al mismo tiempo que se está aprendiendo uno nuevo. Como mencioné antes, esta técnica se ha ido cada vez más complementando en otras disciplinas, no solamente en la mera pedagogía dando resultado el análisis de manera más compleja de las piezas hasta la llamada teoría lego.
Me he permitido escalar, o, mejor dicho, interiorizar estos procedimientos y llevarlos a cabo como una forma de autoevaluación y autorregulación pero, sobre todo, aprendizaje, pues, pensando en la complejidad de los jigsaw, tenemos el cubo Rubik, el cual, a diferencia de los rompecabezas tradicionales, no pierde su forma, sino que puede, además, otras variantes, combinaciones, secuencias y sobre todo errores, sin hacerlo perder su parte orgánica.
La visualización de piezas es la siguiente: en la base un cuerpo capaz de sostener todo, saludable, sin ser sedentario, bien alimentado, descanso y cuidados físicos, la mente, aún más fuerte que el cuerpo, concentrada, abierta y cambiante, aquí se define el lego, con sus múltiples escenarios, madre, socióloga, hija, escritora, creadora de información, estadista… aquí no termina.
Como individuo puedo transitar entre múltiples escenarios y ser pieza de distintos Jigsaws, pues no nos limitamos a una sola versión, ya que a diferencia de las piezas exactas que conforman un común rompecabezas, en la sociedad todo es cambiante, así que se puede encajar o no, se puede dejar de, se puede buscar ser, pero la regla de lo absoluto nos dice que nada lo es.
Adiós.