
Por María de los Ángeles Moreno Padilla
El sistema educativo mexicano, tras la configuración de una nueva escuela mexicana, se da a la tarea de codiseñar libros de texto que permitirán al profesorado dar respuesta a la elaboración del plan analítico para el próximo ciclo escolar 2023-2024.
Al revisar el contenido de la familia de libros para primer y cuarto grado en torno a proyectos comunitarios, se contempla discurso e iconografía centrados en la diversidad sexual, lo cual ha provocado revuelo en las múltiples opiniones emitidas por la comunidad educativa, al lanzar críticas nocivas sobre dichos materiales educativos, cuyas características se hacen explícitas a continuación:
La portada del libro de texto cuarto grado, en la parte superior izquierda, muestra una pareja de mujeres lesbianas que reflejan enamoramiento, así mismo hace visible una bandera LGBT colgando del balcón del hogar del cual proceden, de igual manera en la escena se muestra el cotidiano andar de la población de un espacio específico; por otra parte, al adentrarse a la presentación textual del material bibliográfico, se emplea un lenguaje incluyente, visibilizando a la comunidad LGBT tras hacer uso del todos, todas y todes, a pesar de no ser aprobado por la RAE, bajo un discurso de lucha incansable por los derechos humanos bajo los principios de una educación para la excelencia, centrada en la dignidad humana, preservando de forma genuina el respeto a la diversidad y la memoria colectiva de la comunidad en que el estudiantado coexiste en sociedad en una experiencia enriquecedora de aprendizaje.
Por su parte en el libro de texto del primer grado de primaria se abordan los tipos de familia, innovando a la hora de brindar un espacio a la composición de familias homoparentales y lesbomaternales, que son caracterizadas por tener dos padres o madres homosexuales o lesbianas.
Lo anterior es un gran avance ideológico y discursivo en el sistema educativo mexicano, debido a ello, la nueva escuela mexicana se concibe como una nueva forma de pensar la educación, bajo un enfoque en materia de derechos humanos, reducción de las desigualdades, el desarrollo humano sustentable y la pacificación; herramientas vitales en el funcionamiento de la agenda 2030 del desarrollo sustentable cuyas acciones internacionales darán a luz las agendas nacionales y locales en este tenor, pese a que en nuestro país, México aún queda camino por recorrer en las prácticas, políticas y culturas que incluyan a la diversidad sexual tras la erradicación de la discriminación y el machismo que inciden en las asimetrías de poder e interacción social.