Miriam Serrano
Luego de 14 días del devastador paso del huracán Otis por el puerto de Acapulco y algunas localidades colindantes, la población aún clama por auxilio, no sólo por alimentos y agua, sino por la urgente limpieza de sus domicilios y de las calles mismas.
Durante los últimos días han circulado por diversas redes sociales videos de personas oriundas de este puerto reclamando amargamente la falta de ayuda por parte de los gobiernos municipal, estatal y federal, incluso ha habido quienes señalaron que ya viene el proceso electoral y que, por supuesto, Morena no será la opción porque les han quedado a deber y por mucho ante el apoyo tan lento.
Resulta que en el discurso, como siempre, se destacan las sendas acciones que se han realizado desde el primer minuto después del paso de este fenómeno natural que dejó a más del 90 por ciento de Acapulco en ruinas, pero la realidad, es otra.
Aún hay personas en situación crítica porque sus casas están llenas de lodo y agua estancada lo que genera altas posibilidades de contraer diversas enfermedades que pueden poner en peligro la vida de las personas ante la situación de salud del puerto.
Fuentes confiables me informaron que, pese al desastre de Otis el pasado 24 de octubre, personal del Centro Nacional de Prevención de Desastres (CENAPRED), aunque estaba listo para salir en apoyo de los acapulqueños y los más de 10 mil asistentes a la Convención Internacional de Minería en su 35 edición, no pudieron hacerlo porque estaban a la espera de que la Secretaría de Hacienda y Crédito Público, liberara el recurso correspondiente y que ello no ocurriría hasta el martes 31 de octubre.
Aunque el traslado se dio dos días antes de la fecha fatal establecida, la realidad es que, en el momento de la crisis no se supo cómo actuar para atender la emergencia y eso costó vidas humanas y pasar condiciones infrahumanas a quienes libraron el paso del catastrófico huracán.
Si bien es cierto en el país nos encontramos con un periodo electoral abierto desde el pasado mes de septiembre para elegir presidente de la República, diputados federales y senadores, gobernadores, presidentes municipales y diputados locales el próximo 2 de junio 2024 y con los mezquinos e insensibles que son muchos de los políticos aspirantes, cualquier escenario debe aprovecharse para “figurar”, pues bien reza el dicho “hay que hacer leña del árbol caído”, tal como lo han hecho varios con Otis.
También es verdad que poco a poco comienzan a tomar orden las acciones orquestadas desde gobierno federal para la distribución de recursos, poco más de 61 mil millones de pesos para poner a Acapulco de pie, pero este recurso será coordinado por la mandataria estatal, Evelin Salgado y la Secretaría de Gobernación, esperemos que no les dé la comezón de utilizarlo con otros fines electoreros.
El poder por el poder está por encima de cualquier tragedia y la antesala de elección puede provocar grandes tentaciones, desde desviar los recursos destinados para atender la emergencia, hasta condicionar los apoyos por votos, nadie es una “Madre Teresa de Calcuta”, mucho menos el presidente de la República que hará lo imposible para que su querida “Claudia” tome protesta como presidenta de México; sin embargo, quienes están viviendo el día a día en Acapulco y están viendo la ineptitud en la entrega de apoyos, al momento de votar expedirán la factura, y ésta, será cobrada… AL TIEMPO.