Itali Heide
El Sur Global se marca por una crisis de salud, demostrado por las miles de comunidades que se quedan sufriendo sin la atención primaria que necesitan. Quizás la pandemia expuso las brechas que separan a los que tienen y a los que no tienen en materia de atención médica en México y más allá, y es evidente que se necesitan profundos cambios estructurales para abordar estas disparidades.
En muchas partes del Norte Global, los sistemas de atención médica son máquinas aceitadas, proporcionando una red de seguridad para los ciudadanos. Sin embargo, una vuelta abajo de la frontera central encontramos desafío tras desafío. La infraestructura de atención médica en México, al igual que en muchas partes de Centro- y Sudamerica, enfrenta escasez de recursos, hospitales abarrotados y un acceso desigual a los servicios médicos.
El acceso a las vacunas, una herramienta crítica para prevenir enfermedades infecciosas, debería ser universal. Sin embargo, las tasas de vacunación en México y en países similares se rezagan debido a la falta de recursos, infraestructura y distribución equitativa. En algunas regiones de Chiapas, donde Medical IMPACT llevó a cabo brigadas médicas, 94 de cada 100 niños ni siquiera tienen acceso a la vacunación.
Aquí es donde entran en escena la sociedad civil: Medical IMPACT y The People’s Vaccine Alliance. Estas organizaciones, creadas por apasionados defensores de los derechos humanos, han estado trabajando incansablemente para cerrar estas brechas.
Su misión va más allá de los modelos de ayuda convencionales. Se trata de abogar por cambios estructurales que puedan redefinir la narrativa de la atención médica en México y en el mundo entero. Se trata de afirmar que la atención médica es un derecho humano fundamental, independientemente de dónde vivas.
Ahora en las Reuniones de Alto Nivel de las Naciones Unidas, Medical IMPACT y The People’s Vaccine Alliance iluminan un camino a seguir, abogando por declaraciones políticas que podrían generar cambios duraderos en materia de preparación prepandémica, acceso igualitario a la salud sanitaria, y la lucha contra la tuberculosis.
Al reflexionar sobre este compromiso, reconozcamos que su lucha no es simplemente contra la enfermedad; es contra la apatía, la burocracia y la inercia del statu quo. Luchan por un mundo donde el derecho a la atención médica no sea sólo un sueño, sino una realidad tangible.
Las luchas en México son emblemáticas de un problema mucho más grande: una brecha en la salud global que necesita ser abordada con urgencia. Medical IMPACT y The People’s Vaccine Alliance luchan por derribar las barreras que nos separan de un mundo donde la salud y la vacunación universal no son sólo ideales, sino experiencias vividas por todos.