Othniel Ruiz
La mayoría de la población que acude a un profesional odontólogo, lo hace debido a dolores ocasionados por enfermedades en boca, las cuales es seguro que se originan por el descuido de la higiene bucodental.
La enfermedad periodontal, por ejemplo, comienza con la inflamación y el sangrado de las encías acompañado de mal aliento y sarro adherido a los órganos dentales, pero en esta etapa es poco probable que se manifiesten dolores o molestias, por lo cual, avanza considerablemente hasta atacar el hueso que sujeta a los órganos dentales, por lo que remediar los daños causados por una enfermedad periodontal avanzada es sumamente complicado.
Las lesiones cariosas, por su parte, comienzan con la desmineralización del esmalte que protege al diente debido al acúmulo de bacterias por un lapso de tiempo prolongado donde la falta de cepillado dental favorece a que se produzcan las caries de forma incipiente, y que después de algún tiempo avanzan hasta provocar mayores daños en el órgano dental.
Sucede también en edades tempranas cuando el cambio de dentición decidua comienza a ser reemplazada por la dentición permanente, en esta etapa de crecimiento y desarrollo es donde la oclusión suele establecerse y de hacerlo de forma inadecuada los problemas en la articulación y maloclusión serán las enfermedades a corregir en la edad adulta.
Lo que comienza como una pequeña inflamación, un pequeño puntito o un mal hábito, que puedan corregirse al acudir en buen tiempo, se reduce la inversión al evitar que se conviertan en grandes problemas y que el daño a reparar requiera de una mayor inversión en costo y tiempos para reparar lo que se pudo haber evitado.
Es por ello que la importancia de acudir con un profesional odontólogo se dice que es cuando nada está doliendo, pues la prevención y los tratamientos preservativos son la mejor forma de invertir en la salud de nuestra cavidad bucal.
En conclusión, acudir a un profesional odontólogo no debe de ser un castigo o un sufrimiento, si sabemos cuando debemos de presentarnos al cuidado de nuestra salud, pues la importancia de una boca sana va más allá de no tener ningún dolor bucodental.