Miriam Serrano
El homicidio doloso de Pablo Arteaga Córdova, jefe de seguridad del Centro Regional de Reinserción Social (CERERESO) varonil de Cieneguillas, debe ser motivo suficiente para reflexionar sobre si la estrategia de seguridad realmente funciona, pues con este asesinato suman 33 elementos que han sido el blanco de la delincuencia organizada, por lo que la inseguridad es una tarea mayúscula para los gobiernos estatal y federal.
Por más que repitas una mentira, ésta jamás podrá convertirse en verdad, por más que se insista en que la estrategia de seguridad va por buen camino y que, gracias a ella poco a poco se está logrando la pacificación en Zacatecas, ello no significa que sea una realidad.
Cuando siguen muriendo policías en cumplimiento de su deber, o bien, civiles que estuvieron en el lugar y en el momento equivocado, no puedes hacer como que no ves y no oyes, ésa es una muestra clara de que lo que se está implementando no funciona como pregonas.
De que se han asestado golpes al crimen organizado con los diversos operativos implementados ni duda cabe, pero no puede ser que, en el avance sigan muriendo inocentes a diestra y siniestra, tampoco es válido el discurso de que todo aquel que muere es porque está inmiscuido en el crimen.
De igual manera es necesario atender lo que sucede en el CERERESO, la sobrepoblación es constante y mucho de los personajes que se encuentran en su interior son realmente peligrosos, la muerte del jefe de seguridad puede tener relación con algún inquilino de esta cárcel, lo cual implica que la autoridad debe investigar a fondo para determinar cuál fue el motivo por el que se dio esta muerte.
Y de ahí brinca otro fierro en la lumbre y es el tema de la urgente necesidad de un nuevo CERERESO, el existente es insuficiente y de ello se han registrado reiteradas muestras con los motines, las riñas y las fugas de internos que se han dado durante varias administraciones.
Todo urge de atención en el estado pero hay rubros que sobrepasan esa urgencia y los hechos de los últimos días dan muestra de ello, es importante reconocer que desde la Fiscalía General de Justicia ya hay noticias respecto al caso con la detención de un probable implicado en el homicidio doloso contra el jefe de seguridad, pero de ahí a que esto permita que se resuelva pronto hay mucha distancia.
Hay varias carpetas de investigación que tienen avances significativos, pero que no han tenido una culminación, es decir que por diversas circunstancias no se logra detener a los responsables y llevarlos hasta juicio, o bien, se ha logrado la detención, puesta a disposición del juez y la vinculación a proceso, pero por las inconsistencias de los fiscales, el caso termina sin cristalizarse, así que no se logra la aplicación de la justicia.
Y qué decir del cobro de piso, cuando se ha cuestionado a las autoridades sobre el tema lo niegan, o hay quienes dicen que sí, pero que no es tan grave, mientras siguen muriendo quienes se resisten a pagar y, la consecuencia directa es la muerte, está de terror.
Son muchos los temas que requieren de análisis y cambio de estrategia, pero lo más importante es la aceptación de que algunas acciones nomás no funcionan o no dan los resultados requeridos, en tanto, la cifra de homicidios dolosos, por diversos frentes, sigue en aumento, aunque la numerología diga que no… AL TIEMPO.