OTHNIEL RUIZ
La odontología tiene una relación muy importante entre la salud bucodental y la alimentación, no sólo se trata de masticar con nuestros dientes o cepillarnos tres vecces al día. De hecho, la masticación es un complejo proceso que implica no sólo los órganos dentarios, también la saliva, la lengua, el paladar y la articulación temporomandibular colaboran en este importante trabajo, que es por donde comienza la nutrición del organismo.
Los alimentos que consumimos no sólo determinan los nutrientes que le proporcionamos al cuerpo, también son un factor importante para el mantenimiento y la salud del aparato estomatognático; por ejemplo, una dieta con alto contenido en azúcares ayuda a fomentar las lesiones cariosas y la enfermedad periodontal, a diferencia de una dieta mixta libre de alimentos procesados, los órganos dentales pueden encontrarse en un mejor condición saludable.
Otra razón importante en cuanto a la alimentación implica que los alimentos bastante duros o dificiles de masticar, pueden elevar la incidencia en fracturas o microfracturas dentales, e incluso podemos pensar en desajustes o daños en la articulación temporomandibular. También suelen ocasionar daños en el tejido periodontal haciendo que éste comience a retraerse y dando una apariencia de dientes más largos y generando hipersensibilidad dentinaria.
Lo ideal de una alimentación es tener una dieta mixta y llena de nutrientes, incluyendo frutas y verduras, evitando bebidas procesadas, limitando también el alto consumo de cítricos que dañan el esmalte dental, beber suficiente agua también ayuda a mantener la cavidad oral más limpia y sana, y evitar el consumo de dulces o limitarlos, todo esto es importante para mantener un aparato estomatognático sano; sin embargo, la clave se encuentra en mantener una higiene bucodental a través del cepillado dental, incluyendo el uso de hilo dental y enjuague bucal, y sumando las visitas regulares al profesional odontólogo.