Parte 2
Por Jimena Cerón
En el libro titulado El oficio del Sociólogo Bourdieu nos instruye como es que la teoría de la construcción sociológica del objeto debe ser siempre convertida en un habitus. Comencemos entonces por este concepto: el Habitus para Bourdieu son las disposiciones o esquemas de obrar, pensar y sentir derivados de la posición social. Es importante recordar un concepto anterior sobre las estructuras sociales (las cuales son esas macro instituciones que definen a través de la socialización normas de comportamiento) para comprender que el habitus no es algo estético, sino es la manera en que el individuo “es” de forma individual claramente influenciado de lo social.
En otras palabras, el habitus es el cómo del obrar, pensar y sentir ante cada acción en el que nos desarrollamos cada uno de forma individual dentro de esas estructuras con las que estamos en constante intercambio, estamos hablando de un concepto apegado al tema conductual estructural. Bourdieu nos dice también que un factor importante para el habitus es el entorno social (justamente definido por las estructuras sociales) por ende es más probable que exista una mejor cohesión social entre aquellos en que éste es homogéneo gracias a las características educativas, económicas, culturales, etcétera, y la manera en que podemos sociabilizar con los otros.
Paso entonces, a explicar que al ser esto un factor de unidad lo vuelve también lo contrario, pues recordemos que nada es absoluto, por ello todo aquel trabajo científico social debe partir de la consciente de que tiene un enfoque a razón del habitus y que este no puede ser ignorado.
“Pienso que nadie tiene ganas de ver el mundo social tal cual es; hay varias maneras de negarlo; está el arte, evidentemente. Pero hay incluso una forma de sociología que alcanza ese resultado extraordinario, hablar del mundo social como si no se hablará de él: es la sociología formalista, que interpone entre el investigador y lo real una pantalla de ecuaciones, por lo general mal construidas. Cuando se quiere huir del mundo tal cual es, uno puede ser músico. Pero ¿cómo huir de él siendo sociólogo? Para lograr ver y hablar del mundo tal cual es, hay que aceptar que siempre en lo complicado, lo confuso, lo impuro, lo vago, etc., e ir, así como la idea común del rigor intelectual”. Lo anterior corresponde a la entrevista realizada al científico en diciembre de 1988 por Beate Krais la cual al menos en el libro que intento desmenuzar comienza con la frase:
“… yo soy un poco como un viejo médico que conoce todas las enfermedades del entendimiento sociológico”
Y yo, yo soy hija de un gran médico con el cual aprendí que sólo existían dos caminos la cura y el final (la muerte), pero que dentro de ese proceso existen muchísimas posibilidades, muchísimas experiencias, muchísimas maneras de comprender, de entender, de ser, de obrar, de pensar y de sentir y que hay algo que debo de cuidar y mantener siempre, de proteger ye intentar construir y dirigir según lo considere mejor, mi habitus.
La sociología es en mi vida un reconocimiento, una aceptación a mi ser y a mi vida, eso, un oficio.
Adiós.