¡SPOILER ALERT!
SERGIO INESTROSA
La vegetariana (2007) es una novela de la recién premio Nobel de literatura, Han Kang, (Gwangju, Corea del Sur, 1970) quien empezó su carrera como novelista al ganar el concurso literario de primavera Seúl Shinmun en 1994. La vegetariana ganó en 2016 el Premio Booker Internacional.
Han Kang es la decimoctava mujer (de los 121 galardonados hasta la fecha) que gana el más prestigioso de todos los premios de literatura.
La vegetariana es una novela muy breve, de apenas 107 páginas que tiene tres partes diferenciadas por tres temas distintos, la primera lleva por título “La vegetariana” y está narrada por el marido de Yeonghye, cuyo nombre aparece referido hasta la página 16, antes de eso el marido se refiere a ella como “mi mujer”
La novela comienza con una provocación en voz del marido, lo cual nos presenta una de las vertientes de la novela el patriarcado que reina en muchas de nuestras sociedades, incluyendo en Corea del Sur: “Antes de que mi mujer se hiciera vegetariana, nunca pensé que fuera una persona especial. Para ser franco, ni siquiera me atrajo cuando la vi por primera vez.” (p. 3)
Todo este capítulo, de unas 31 páginas, estará narrado desde la perspectiva del esposo con un intervalo de diálogos entre los esposos y con la narración de unas pesadillas por parte de la protagonista Yeonghye, quien ha decidido no volver a comer carne.
En realidad Yeonghye es vegana, pues ha renunciado a todo tipo de productos cárnicos, así como a los huevos y sólo come frutas y verduras.
Otra de las características de Yeonghye es que no le gusta usar sostén y esto lo notó desde los primeros días su marido.
Preocupado, el marido llama a la hermana y los padres y en una reunión de familia el papá de Yeonghye trata de forzarla a que coma carne, pues está muy delgada y demacrada y según todos ellos el cuerpo necesita proteínas y ya sabemos que la carne es una fuente de proteínas. El padre la golpea y trata de que coma carne y Yeonghye se suelta y con un cuchillo se corta las venas y el esposo de su hermana (quien se siente ligeramente atraído por su cuñada) la lleva, junto a su marido al hospital.
Esto da paso a la segunda parte que se llama “La mancha mongólica”. Esta parte es narrada por un narrador testigo que da paso a diálogos entre los personajes. En esta parte nos enteramos que tanto el hijo de la hermana de Yeonghye como la misma Yeonghye tienen una marca oscura en la nalga y el cuñado de Yeonghye que es un artista medio fracasado después de ver una obra de teatro que se parece a las ideas que quiere desarrollar, le pide a Yeonghye que pose desnuda para él y se deje pintar flores en todo el cuerpo y esto hace que la mancha resalte y su vuelva una marca erótica. Como parte de su proyecto artístico, el cuñado invita a otro joven artista y también lo pinta y le pide que tenga relaciones con Yeonghye, pero éste se niega y entonces el cuñado busca a una antigua novia suya, pintora de profesión y le pide que le pinte el cuerpo y después se va al apartamento de Yeonghye y se acuesta con ella y lo filma todo, pero sin que él se dé cuenta su mujer (hermana de Yeonghye) llega al apartamento y lo descubre todo.
Después de confrontarlo llama a la ambulancia para internar a su esposa y la policía apresa a su marido que se ha aprovechado de la debilidad mental de Yeonghye para acostarse con ella.
La tercera parte se titula “Los árboles en llamas” y trata sobre la crisis emocional de las dos hermanas, Yeonghye está en un hospital psiquiátrico y la hermana va a verla, pero la paciente se deteriora día con día hasta el punto que deben de alimentarla por sondas; ella no quiere comer, pues piensa que ella quiere y tiene que ser un árbol.
Ante el esfuerzo brutal del personal médico (que recuerda un poco al esfuerzo violento del padre por hacer que su hija coma) la hermana de Yeonghye les pide que paren y la llevan en una ambulancia a un hospital para tratar de salvarle la vida, aunque todo parece indicar que Yeonghye lo que menos quiere es vivir, lo que quiere es ser un árbol en el bosque.
Más allá de la anécdota de la novela, lo que está de manifiesto es que la gente que actúa y piensa diferente no es tolerada y es vista como una amenaza a las instituciones y fácilmente es etiquetado como una locura y el otro eje de lectura de la novela es que toda ella rezuma violencia verbal, física y hasta sexual en medio de un ambiente de intolerancia hacia el otro, contra ése que se nos presenta como alguien distinto.
La novela está bien escrita, tal vez quizá sería mejor traducida, la versión en español se lee rápido pues es entretenida y conserva intensidad.