Por: Luisa Espinosa Carmona
A espera del Día Mundial de Acción por los Trastornos de la Conducta Alimentaria (TCA), el cual tiene lugar el día 2 de junio, iniciaremos por adentrarnos poco a poco en el conocimiento de éstos para lograr un menor estigma de estas patologías.
Tristemente es normal tener una idea errónea o incluso romantizada de lo que son y/o representan los TCA. Iniciemos por tomar en cuenta que los trastornos de la conducta alimentaria son trastornos mentales, caracterizados por un comportamiento patológico frente a la ingesta alimentaria, que requieren de atención médica especializada y multidisciplinaria.
La anorexia nervosa y la bulimia nervosa son los TCA más conocidos, más no los únicos, también existen otros, como el trastorno por atracón, trastorno por purga, pica, trastorno de la conducta alimentaria no especificado, etc. No son una moda a elegir y su desarrollo es multifactorial, intervienen diferentes causas: de origen biológico, psicológico y sociocultural, que provocan consecuencias para la salud tanto física como mental. Las complicaciones médicas incluyen la pérdida de grasa corporal, masa muscular, alteración del funcionamiento tiroideo, arritmias, hipotensión, dolor abdominal, estreñimiento, amenorrea, lanugo, edema, acné, piel seca, disminución de leucocitos, osteoporosis, erosión esofágica y gástrica, disfunción intestinal, erosión del esmalte dental, caries, caída de piezas dentales, fatiga y debilidad, etc.
Así que para poder ir aclarando un poco más el panorama que se tiene de los TCA, basado en la conferencia de la Dra. Cynthia Bulik, “9 Eating Disorders Myths Busted”, en el Instituto Nacional de Salud Pública, te doy a conocer:
Las 9 verdades de los Trastornos de la Conducta Alimentaria
- Mucha gente con un Trastorno de la Conducta Alimentaria se ve “saludable”, a pesar de que puede estar extremadamente enferma. Una apariencia física “normal” no es un delimitante para determinar la gravedad del TCA.
- Las Familias no son culpables y pueden ser los mejores aliados de pacientes y equipo sanitario multidisciplinario durante el tratamiento.
- Un diagnóstico de Trastorno de la Conducta Alimentaria revela una crisis sanitaria que interrumpe el funcionamiento personal y familiar.
- Los Trastornos de la Conducta Alimentaria no son de elección, sino enfermedades mentales muy serias biológicamente influenciadas.
- Los Trastornos de la Conducta Alimentaria afectan a mujeres y hombre de todas las edades, etnias, orientación sexual y estatus socioeconómico.
- Los Trastornos de la Conducta Alimentaria conllevan tanto un mayor riesgo de suicidio como de complicaciones físicas y médicas.
- Los genes y el ambiente juegan un papel importante en el desarrollo de los Trastornos de la Conducta Alimentaria.
Un factor social (como el ideal de cuerpos delgados en los medios de comunicación) es un ejemplo de un detonador cultural que se ha asociado a un riesgo peligroso de desarrollar un trastorno de la conducta alimentaria. - Los genes por sí solos no predicen quién desarrollará un Trastorno de la Conducta Alimentaria.
- La recuperación completa es posible en los TCA. La detección y tratamientos precoces son fundamentales.