ÓSCAR ÉDGAR LÓPEZ
La forma es el fin del viaje, estancia última de lo animado, materia y cuerpo no son cárcel, sino rendimiento del devenir, resolución de lo existente. Lo vivo toma una corporeidad para aparecer en el espacio y el tiempo, pero como lo estático es ilusorio “eso vivo” transmuta. El dibujo, como escribe en su fabuloso ensayo Jhon Berger, es una aparición de lo ausente, no es representación de la forma sino la conclusión formal de una fantasmagoría; en este sentido el dibujo es creación de autonomía y no reproducción de lo existente. Da lo mismo si se realiza de manera análoga o en medios digitales, el gozo y la reflexión no están supeditados al soporte, al contrario: el soporte es prenda de eternidad.
El acto de dibujar estructura la realidad, pues los objetos y nuestros vínculos con ellos son gestados como entes individuales y no como meras proyecciones. Al abrir la posibilidad formal de las existencias nada es “de una vez y para siempre”, sino que todo “está siendo” y es así como la manía taxonómica tiembla, pues la nueva realidad ha dejado de lado el corpiño aristotélico entre substancia, esencia y accidente, más que nunca en esta época estos tres principios se encuentran homogenizados, de ahí proviene lo “queer” como feliz resultado de un pensamiento no binario, esto es: no limitado y no reducido a la falacia de lo esencial y/o lo natural.
En un mundo sin limitaciones formales podremos vivir sin sujeciones obtusas, comprenderemos quizá que a los únicos que les conviene el reduccionismo es a los políticos, porque les hace fácil la tarea de arrearnos a nuestros deprimentes chiqueros en donde entre empujón y empujón nos mordemos unos a otros. ¿Hablo de un estado anarco-utópico?, sí y sin negar la posibilidad del rotundo fracaso, de la revuelta extrema, de la confusión batiente, de la imposibilidad de ser sin definiciones.
Rufianex Studio es un laboratorio de creación gráfica, digital y análoga, comandado por la artista Hyza Ruano, quien desarrolla proyectos que fluctúan entre la realidad virtual, la IA, los videojuegos y los procesos tradicionales del grabado y el dibujo. Su propuesta revisa tópicos como la migración, la trasmutación y la transubstanciación de las almas en estructuras digitales. Su trazo firme crea imágenes abigarradas que recuerdan a las raíces de las plantas y a las formaciones florales del paisaje serrano, este es otro tema en la obra de Ruano: la fluctuación constante entre el rancho y la ciudad, entre lo campirano y lo citadino, entre lo universal y lo local.
La obra de Hyza Ruano muestra una vitalidad inagotable, los territorios que explora poseen también este carácter, se antojan infinitos porque no van de concretos, el (su) discurso no pretende llegar, no busca tocar la campanilla ni atravesar la cuadricula de la meta, más bien confronta al espectador, lo posiciona en el éter de lo innombrado y en ese lance ofrece imágenes bellas, personajes coloridos, naturalezas muy vivas, fanzines, dispositivos digitales, colaboraciones y otras excelsas formas de lo informe, de lo infinito y lo extendido.
AUTOR: Hyza Ruano
IG: @hyza.ruano