María Libertad Aguilar Carlos
La palabra «aesthetic» tiene su origen en el griego antiguo. Proviene de la palabra griega «aisthesis», que significa «percepción» o «sensación». Mas aún, aisthetikos (αἰσθητικός), se origina de otra palabra griega: “aisthanomai”, que significa «Yo percibo, siento, presiento». En su evolución, la palabra pasó al latín como «aestheticus» y, posteriormente, al francés como «esthétique», antes de ser adoptada en inglés como «aesthetic». En el diseño y las artes la estética juega un papel crucial, ya que se refiere a la apreciación y estudio de la belleza y la expresión. Es por eso que en el centro de la estética se encuentra como tal el cuerpo, nuestro cuerpo, y así, las interacciones del mismo formando conceptos y conocimiento con el ejercicio de apreciación de la belleza y la forma. Sabemos que en el diseño de productos, por ejemplo, se busca no sólo la funcionalidad, sino también la estética visual para crear experiencias agradables y atractivas, así sean objetos, entornos y también a interfaces de usuario en el ámbito de las páginas web, aplicaciones móviles o plataformas para diversos fines. ¿Por qué? Porque no sólo es divertido interactuar con nuestro teléfono móvil, interfaces táctiles, realidad virtual o dispositivos wearables, sino que el ser humano tiene una atracción visual innata, nos gusta apreciar belleza, sea cual fuere para cada persona, y nos gusta ver armonía visual. Y esto es una capacidad evolutiva que nos ha permitido reconocer patrones, colores agradables y formas que nos permiten adaptarnos y hasta sobrevivir. ¿Supervivencia? Exacto. ¿Acaso una experiencia visual agradable no te provoca una emoción positiva? Y esa emoción positiva genera conexión.
Cuando conectamos con algo, entramos en un estado de conocimiento, por lo que un diseño estético o aesthetic facilita la comprensión para entender y procesar. Pensemos en la aplicación de Instagram, se podría decir que tiene una interfaz limpia, minimalista, una paleta de colores muy sencilla, pero atractiva y con un icono super reconocible. La transición en su pantalla es ordenada y completamente enfocada en las imágenes y el contenido visual. Aunque el diseño de aplicaciones puede cambiar, como hemos visto por ejemplo con Facebook, Youtube, dejando atrás páginas como el muy 2000 Metroflog, hasta el día de hoy, Instagram cuenta con un estilo que satisface el deseo visual.
Y es que en esto de lo estético juega un papel importante “la incorporación”, “encarnación” o “personificación”, que se conoce con el término en inglés de “embodiment”, el cual sugiere que una forma tangible de una idea, cualidad o sentimiento. La incorporación visual hace esta retroalimentación entre lo que se percibe con lo que se acciona, involucrando funciones sensomotoras como al usar el ratón, el teclado, o pantallas táctiles, y además se interesa por crear un sentido de presencia, por lo que una parte es todo el hardware que ayuda a interactuar con las aplicaciones de forma objetiva, y la manera subjetiva es a través de un instrumento de presencia que le de sentido al humano que lo usa, como en la realidad virtual e inmersiva donde el entorno te hace sentir que estás ahí. Por lo tanto, el cuerpo es nuestro instrumento para el conocimiento. El arte es un acercamiento a una experiencia de incorporación visual, por lo que los artistas, según Grau, son los primeros creadores de realidad virtual y como seres pensantes, ya no sólo imaginamos esos mundos que vemos en obras de arte, sino que experimentamos dentro de un mundo que ya puede ser programado, y no muy lejos de vivir en La Matrix.
El estudio de lo estético va mucho más allá de verse o lucir “aesthetic”, pues en realidad busca explorar nuevas tecnologías, inclusividad y sostenibilidad en nuestra sociedad. La estética no es solo superficial, sino que está integrada en la esencia o funcionalidad del objeto o entidad, debe ser coherente con su diseño y la experiencia global. Les dejo por último dos reflexiones interesantes al respecto: ¿El mundo digital tiene su propia existencia y realidad? ¿Cómo impacta lo estético de la realidad digital en nuestra comprensión, apreciación de la verdad, la autenticidad e incluso en nuestra identidad?