Por Othniel Ruiz
Cuando nosotros como dentistas hablamos de prevención, no sólo nos enfocamos en caries e infecciones, pues el aparato estomatognático concentra una cantidad de posibles problemas y enfermedades que, en su gran mayoría, compete al odontólogo su estudio y conocimiento. Uno de los retos que enfrentamos en la mayoría de la población es la maloclusión.
Quizás suene muy simple este concepto, pero es uno de los temas que requieren un estudio sumamente cuidadoso y preciso, y no todos los problemas de maloclusión son fáciles de corregir, pero en gran parte, tienen un pronóstico muy favorable si actuamos desde la prevención. Esto puede darse desde edades tempranas, evitando hábitos que provocan o suman a estos problemas, como en edades escolares donde el cambio de dentición, la genética y otros factores propician problemas oclusales.
En este apartado mencionaremos los distintos factores y cómo pueden influir en la maloclusión dental.
Los factores biológicos, los cuales se refieren a la genética, el crecimiento, la salud general y los sistemas del organismo, entre otros.
Los factores ambientales comprenden el hábitat humano, como la vivienda, el medio laboral, escolar y otros, qué es el entorno donde nos desarrollamos.
Los factores socioeconómicos y culturales hablan del estilo de vida, decisiones y hábitos, el ingreso económico, nivel de educación, empleo, recreación, etc.
Y por último los relacionados con el sistema de salud, que implican el acceso, la calidad y cantidad, organización, costos, estrategias y promoción de la salud.
También es muy importante aclarar que en la maloclusión existen las de tipo dental y las de origen ósea o esquelética. En el primer tipo podemos encontrar los diastemas (espacios), la agenesia dentaria (ausencias de dientes), dientes supernumerarios y muy comúnmente apiñonamiento dental. Dentro de las maloclusiones óseas se menciona la mordida abierta, la sobremordida y la mordida cruzada
En odontología entendemos que, oclusión es una compleja y variada relación entre los dientes superiores con los inferiores y de las estructuras como la mandíbula desde la articulación temporomandibular.
Por maloclusión entendemos que una disfunción en el aparato masticatorio se considera como tal desde lo estético hasta lo funcional y por ende una correcta salud bucal. Por ello es importante contar con un profesional de la salud ampliamente preparado y actualizado que brinde confianza y seguridad y fomentar el cuidado desde pequeños.
Recuerda, la boca dice mucho de quién eres, no con palabras, sino cómo cuidas de ella.