Miriam Serrano
El mejor termómetro para un gobernante es lo que día a día sucede en las calles, el comportamiento cotidiano de la población, incluyendo las sendas manifestaciones que surgen en un lado y en otro también.
Desafortunadamente en esta nueva gobernanza las manifestaciones son como los llamados a misa, así que, pa qué hacerles caso, total, ya se cansarán de gritar y de exigir, pues “a palabras necias, oídos sordos”, ¿no?
Un día son los frijoleros, y al otro las madres buscadoras, y luego los pensionados y jubilados del Issstezac, pero también los antorchos, y los estudiantes, y el sector salud y luego las colectivas feministas, en fin, diversos sectores de la población que claman atención, solución y, por supuesto, justicia.
Ayer fue un día de estos, que pueden considerarse atípicos, pero que no lo son, porque cada día son más los grupos que están inconformes de cómo se está llevando a cabo la dirección del estado al no brindar ni atención, ni solución y mucho menos equidad.
Ahorita ya todo mundo anda perdido en las campañas y si no me creen hubo quienes se separaron de su cargo, en todos los niveles ehhh, pero nomás de a mentiritas, para ver si pegaba o no la candidatura y no quedarse como el perro de las dos tortas, ya que vieron luz, entonces ya comenzaron a realizar la entrega recepción de manera formal y, por supuesto, recibir su respectiva liquidación por el gran trabajo realizado al frente de la responsabilidad.
En esa misma maraña se encuentra el gober, pugnando de una manera y de otra para que sean sus gallos los que queden al frente de las candidaturas de poder, así que lo demás, pues termina siendo lo de menos.
Que los jubilados, los estudiantes, los desaparecidos, los campesinos y todos los demás sectores “aguanten vara” y se esperen, si bien les va, ya les llegará el turno de atención, si no, pues hay que seguir resistiendo y resistiendo hasta que haya algún cambio, pues con este tipo de gobiernos si algo nos queda a los ciudadanos es la perseverancia, porque nada es eterno en el mundo, gracias a Dios.
Al paso que vamos algunos de los inconformes se quedarán en el camino sin lograr disfrutar de una posible solución, así como cientos de madres, padres, hermanos, tíos, esposos o esposas mueren con esa zozobra y esa tristeza de no saber qué fue de su familiar, ya no les alcanzó el tiempo para tener una respuesta, una tumba donde llorar o, en el mejor de los escenarios, volver a verlos.
Cuando se tienen muchos fierros en la lumbre, es difícil saber a cuál o cuáles darles prioridad, pero lo peor es que, de todos esos fierros ninguno interesa más que el poder y el dinero, así que los demás pueden quedarse tatemándose, al cabo no son tan importantes.
La ignominia y el desdén no son las mejores actitudes para atender a un pueblo, que, haya sido como haya sido, decidió que fueras su representante, el compromiso es mayúsculo y lo menos que se puede hacer es retribuir a esa confianza, claro, si se conoce lo que es la gratitud… AL TIEMPO.