
OTHNIEL RUIZ
A lo largo de nuestras vidas solemos acostumbrarnos o adaptarnos a condiciones que el organismo presenta, ya sea por desarrollo o enfermedad, y en el aparato estomatognático también existen situaciones que consideramos normales, pero no lo son; al contrario, son señales de enfermedad o que simplemente algo no anda bien. Por ello hablaremos de algunas situaciones que podemos considerar normales, pero significan que es momento de atenderlas con un profesional odontólogo.
Una de las circunstancias más comunes y a las cuales se acostumbra la población, es a la enfermedad periodontal, ya sea con el sangrado de las encías durante el cepillado, o la acumulación de ese sarro peligroso que afecta a la encía y el hueso, ambos siendo el soporte de los órganos dentales. Otras señales de la enfermedad periodontal son la inflamación de las encías y, por ende, se ven enrojecidas, el mal aliento, movilidad en los dientes cuando la enfermedad es severa o ya ha avanzado, y en ocasiones el dolor en el periodonto, el cual es muy fácil de confundir con un dolor en los órganos dentales. Para combatir este problema es fundamental contar con una buena higiene e indispensable acudir al dentista para remover el cálculo interdentario.
Durante el crecimiento y desarrollo en edades tempranas, es común que mientras pasamos por el cambio de dentición decidua a permanente vayan apareciendo problemas de la oclusión y del espacio en los maxilares, por lo que los órganos dentarios se establecen en posiciones inadecuadas e incorrectas y fomentan a problemas como daños en la articulación temporomandibular, masticación deficiente, dientes apiñonados o empalmados, retenciones de los órganos dentarios, acumulación excesiva de placa y fomento a lesiones cariosas en zonas de difícil acceso al cepillado, entre otros problemas. Para evitar estas circunstancias y algunas otras provenientes del recambio de dentición, es necesario acudir a profesionales estomatólogos para prevenir, dirigir y corregir el desarrollo y la oclusión, sobre todo en etapas tempranas para lograr una armonía adecuada en el aparato estomatognático.
Existen también otras situaciones menos comunes dentro de la cavidad oral; sin embargo, también requieren de un profesional odontólogo para llevar el tratamiento adecuado. Frenillos cortos, espacios interdentarios amplios, labio paladar hendido, dientes supernumerarios, lesiones en mucosas, son algunos de los ejemplos de que se necesita acudir a un profesional dentista; sin embargo, no debe ser necesario pasar por circunstancias como las anteriores para visitar al odontólogo. El mejor momento de visitar al dentista es cuando nada nos aqueja.