Miriam Serrano
No hay palabras que alcancen, que sean suficientes para describir el dolor que están viviendo los padres y madres de los siete jóvenes que fueron sustraídos del rancho “El Potrerito”, y mucho menos lo puedes entender cuando escuchas comentarios como “por algo se los llevaron”, carajo.
Hay que tener tantita madre para dimensionar lo que miles de padres y madres viven hoy por hoy, en México, en cada entidad, en Zacatecas, esa pinche zozobra, ese dolor, esa incertidumbre y… después el gran dolor de saber que tu hijo está muerto.
Es tan desesperante ver la falta de empatía, el escuchar a varios de los automovilistas que este martes se vieron afectados por la manifestación, quienes cuestionaron que si se los habían llevado fue por algo, además de la infestación en redes sociales dando opiniones a diestra y siniestra, pasando totalmente por alto el dolor de los padres.
Y si con ello se observa la actitud de quien hoy por hoy gobierna el Estado, pues las cosas no mejoran, por el contrario, te das cuenta que, mientras a la entidad se la carga el diablo con tanto desaparecido, tanto homicidio, tanta maldad, el mandatario anda de gira artística entregando mochilas y loncheras.
Independientemente de todo, como tenía tiempo que no sucedía en otros casos, el despliegue policíaco se dio, la participación de los tres órdenes de gobierno fue visible para la localización de los siete chicos, que, hasta el último momento se tuvo la esperanza de ser encontrados con vida, por ello la movilización policial.
Al menos uno sobrevivió, eso, como quiera que sea, es una buena noticia, pero ¿y los otros seis? ¿De qué vejaciones habrán sido objeto para que sus captores al final decidieran terminar con sus vidas?
Efectivamente hasta el cierre de nuestra edición las autoridades aún no confirmaban si se trataba de los seis jóvenes desaparecidos, ojalá y nos equivoquemos, pero, “si tiene cola de pato, pico de pato y alas de pato, pues no puede ser un conejo ¿verdad?”.
Encuentran a uno con vida y, acto seguido localizan seis cadáveres, pues no basta más que sumar para darte cuenta que se trata de los siete chicos que desde el pasado domingo estuvieron en manos de un grupo delincuencial y que los hicieron sufrir, tal vez más que a sus propias familias, pues sólo el que lleva el morral sabe lo que contiene.
Las madres de los jóvenes fueron muy claras este martes cuando tomaron, por horas, la UNIRSE de Malpaso, quienes exigieron la presencia del gobernador, que en campaña sí les daba la cara, a quien apoyaron para que lograra su cometido de llegar a dirigir el Estado.
Hoy por hoy, eso no es posible, desconozco el por qué, lo que sí sé es que ha mostrado una gran insensibilidad con las madres buscadoras que están en la desesperanza por no saber de los suyos, de los campesinos que están en crisis por la sequía extrema y… ahora, estas madres y padres que le exigieron atención y que, una vez más no se las brindó porque era más importante seguir con la agenda establecida, ir a Fresnillo a entregar mochilas y loncheras ¿y los desaparecidos? Bien gracias… AL TIEMPO