Por Othniel Ruiz
La erupción de los dientes temporales suele ser un motivo de alegría y emoción para la familia. Sin embargo, la mayoría de los padres desconocen que tener una dentición temporal sana es muy importante para lograr una correcta dentición permanente.
El diente es el único órgano que no se encuentra presente al momento de nacer. Alrededor del sexto mes de vida, el primer alumbramiento dental sucede con el primer grupo de dientes, que consta de cuatro incisivos superiores y cuatro incisivos inferiores, centrales y laterales. El segundo grupo de dientes a erupcionar, entre los 16 y 20 meses de vida, son los primeros molares y los caninos. Y por último, a los 30 meses de vida aproximadamente, llega el tercer grupo dentario, que consiste en los segundos molares.
Generalmente los padres ignoran el momento exacto de la erupción dentaria, así mismo ocurre con las anomalías que pueden suceder en la dentición temporal, las cuales, en su mayoría, son de origen genético-hereditario, pero también se encuentran las de origen ambiental. En una clasificación estándar de estas anomalías, se describen:
1) Anomalías de forma.
2) Anomalías de tamaño.
3) Anomalías de número.
4) Anomalías de las estructuras.
Otros problemas que tienen importancia durante la etapa de erupción en los infantes son los problemas en las mucosas debido al trauma de la erupción dentaria, como pueden ser los quistes.
También podemos encontrar problemas que no son referentes de la erupción dental, pero que es necesario mencionar para su conocimiento. Estos pueden darse en los frenillos, sobre todo el lingual, que participa en la fonación y deglución. Existe una malformación congénita craneofacial que se da de manera frecuente, conocida como ‘labio-paladar hendido’ o ‘fisura labiopalatina‘. Esta malformación se produce por un error en la fusión del proceso facial durante el desarrollo en el embarazo, y las causas de esta malformación pueden ser genéticas y/o ambientales.
En conclusión, tener un conocimiento básico de la anatomía bucal infantil, promueve un diagnóstico oportuno que ayudará a lograr una dentadura y oclusión tanto estética como funcional. Así mismo, identificar o reconocer anomalías y patologías a muy temprana edad pueden evitar tratamientos drásticos a edades avanzadas.