GIBRÁN ALVARADO
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Paisà (1946), de Roberto Rossellini, es la segunda película de la Trilogía de la guerra. Aquí se evidencia, a través de una voz en off, el recorrido hacia la liberación de Italia, inicia con el desembarco de Sicilia y sigue su rumbo a través de Nápoles, Roma, Florencia y culmina en la desembocadura del río Po, al norte del Bel paese. Por medio de pequeños episodios se cuentan las vidas de varios personajes y, a su vez, se sigue el avance de las tropas aliadas, siempre ayudadas por los partisanos italianos, en la búsqueda por propiciar la retirada de los alemanes.
Desde agosto del 43, con la toma de Sicilia por parte de las tropas aliadas, el rey Vittorio Emanuele III decide firmar el armisticio en septiembre, ahora la lucha será recuperar los territorios de lo que Mussolini denominó República de Saló, la pugna será por partida doble, aliados y partisanos en contra de fascistas y nazis. Esta película fragmentaria, a modo de cápsulas, desarrolla pequñas historias que me recordaron los libros de Svetlana Aleksiévich, pueblos inmersos en una realidad complicada, que esperan el final del conflicto armado y pese a las adversidades aún se mantienen en pie de lucha.
Rossellini da seguimiento a la vida de las personas comunes, el día a día en varios pueblos y ciudades que están devastadas por la guerra, hay hambre, sin importar los oficios o profesiones, todos siguen un ideal en el que se espera la libertad. El filme es una muestra de las dificultades para comunicarse con el otro (norteamericanos, sobre todo), pero a través de señas, gestos o lo que podría denominarse “itangish” se dan a entener, las relaciones se dan a partir del enemigo común.
A su vez, como también sucedió en Roma, ciudad abierta (1945), al cierre de la película se da voz a los nazis, siempre, un general o líder que da un pequeño discurso a los súbtidos, siempre la perspectiva de sentirse superiores y aún encaminados al triunfo pese a las adversidades que se van presentando. Al menos, en estas dos partes de la trilogía, el director italiano evidencia el ego de las fuerzas germánicas, hombres que aunque sepan que están al borde de la derrota, siguen empecinados en mostrarse fuertes, en aún creer en la idea de dominio que les ha impuesto Adolf Hitler.
Paisà es un conglomerado de voces, la polifonía de la guerra, la multiplicidad de perspectivas, de ideas, de fines detrás de la idea de libertad y nación…