
Miriam Serrano*
No logro decidir cuál de las dos posturas resulta más patética en el asunto de las glosas del segundo informe de gobierno, si las cuentas alegres de los funcionarios que ya tuvieron la oportunidad de la pasarela, o la de los diputados paleros que sólo obedecen a los intereses del dinero y de las promesas del poder, por aquello que hay varios, sino es que todos, que aspiran y suspiran por mantenerse vigentes.
Y mientras tanto, pues hay que dar el espectáculo porque “el show debe continuar y hay que darle al pueblo pan y circo”, por aquello de que vayamos a decir los ciudadanos que no chambean y sólo cobran quincena con quincena y nada mal por cierto.
El vacío que hicieron para evitar la comparecencia del secretario de Seguridad Pública, Arturo Medina Mayoral, como un acto de protección hacia el gobierno es una clara muestra de que, quienes “representan” a la población en el Poder Legislativo tienen otros intereses y, por supuesto, que éstos no incluyen a la sociedad en un tema tan complicado como lo es el de la seguridad pública.
Y qué decir de lo sucedido con el secretario de Salud, Uswaldo Pinedo Barrios, que luego de horas y horas de preguntas y respuestas a modo, dicha comparecencia no finalizó porque se rompió el quórum de los diputados.
Como sociedad estamos en la desprotección con ese tipo de representantes populares, quienes cada periodo electoral acuden a “ensuciarse sus ropas y zapatos” en las comunidades zacatecanas, quienes estrechan sus limpias manos una y otra vez con los habitantes, aunque subiéndose a sus vehículos se limpien “n” cantidad de veces las manos con gel antibacterial o toallitas húmedas.
Pero, una vez que llegan al escaño, se olvidan de las necesidades pueblerinas y priorizan las propias, los acuerdos oscuros, las negociaciones que les brinden un ganar-ganar, aunque ello implique pisotear a los que votaron por ellos.
Esta ha sido la peor Legislatura en la historia zacatecana, con una productividad mediocre, un debate a modo y que ha demostrado que los intereses superiores son más importantes que lo que vive día con día la gente de nuestra tierra.
Deberían ahorrarse el tiempo que invierten en estas glosas porque se convierten en una verdadera pérdida de tiempo, de nada sirve que dos o tres diputados griten, denigren y hagan un teatro contra cualquier funcionario si la constante es el elogio, la buena rendición de cuentas y al final, nada pasa, todo queda igual o peor.
Deberían de sentir aunque sea un poco de vergüenza del “papelón” que han hecho en este pan y circo llamado segunda glosa del informe de gobierno, pero, realmente dudo que tengan la humildad de asumir su responsabilidad, creo que ni siquiera la conocen… AL TIEMPO.