Por Carolina Díaz Flores
La polifarmacia en el adulto mayor es un tema de gran importancia en materia de salud pública, ya que se trata de una práctica común en la atención médica de los adultos mayores y que tiene impacto sobre la salud de esta población. La polifarmacia se refiere al uso de múltiples medicamentos en la misma persona (de acuerdo a la OMS, más de tres medicamentos diferentes al día), y en el caso de los ancianos, la polifarmacia puede ser especialmente problemática debido a la mayor susceptibilidad a los efectos secundarios y a la interacción entre los medicamentos.
La polifarmacia en el adulto mayor puede ser causada por una variedad de factores, como la prescripción de múltiples medicamentos por diferentes médicos, la automedicación (sumamente común en nuestro medio) y la falta de seguimiento de los tratamientos. Además, los ancianos pueden tener múltiples enfermedades crónicas que requieren el uso de diferentes medicamentos, lo que aumenta el riesgo de polifarmacia y por lo tanto los efectos negativos son numerosos: En primer lugar, puede aumentar el riesgo de efectos secundarios, como mareos, somnolencia, confusión y caídas; en segundo lugar, puede aumentar el riesgo de interacciones entre los medicamentos, lo que puede disminuir la eficacia del tratamiento o incluso causar efectos secundarios graves; y por último, es el aumento innecesario de los costos de los tratamientos.
Otro aspecto a considerar, es que a menudo el adulto mayor tiene ingresos limitados y puede tener dificultades para pagar por múltiples medicamentos. Además, la polifarmacia puede aumentar el riesgo de hospitalización y la necesidad de atención médica adicional. Para abordar este problema, es importante que los médicos y otros proveedores de atención médica trabajen en conjunto para desarrollar planes de tratamiento adecuados y coordinados. Esto puede incluir la revisión regular de los medicamentos y la eliminación de aquellos que no son necesarios o que pueden estar causando efectos secundarios. Además, los adultos mayores deben ser educados sobre la importancia de seguir las instrucciones de los médicos y evitar la automedicación. En conclusión, la polifarmacia en la tercera edad, es un problema común y preocupante en la actualidad. Los efectos negativos de la polifarmacia pueden ser graves y pueden incluir efectos secundarios, interacciones entre medicamentos y aumento de los costos de tratamiento. Por lo que, también, la población general debe ser consciente de las posibles implicaciones cuando un adulto mayor consume varios medicamentos al mismo tiempo y, sobre todo, buscar eliminar por completo (y no sólo en adulto mayor) el hábito de la automedicación.