JUAN JOSÉ LÓPEZ MARTÍNEZ
El epíteto es en Homero un ingrediente poderoso. No puede el lector contemporáneo (al menos yo no puedo) dejar de notar ese insistente uso de descripciones y fórmulas repetitivas, de sabor tan añejo para un paladar moderno. Estas construcciones tienen su razón de ser, como lo han señalado ya muchos, pero no pretendemos aquí extendernos al respecto. Lo auténticamente sorprendente es el poder de estas fórmulas para seducir a los lectores. A fuerza casi de hipnotismo, uno se acostumbra a los títulos pomposos de los héroes de Homero: ya no es posible referirse a Menelao sino como “el rubio Menelao”, y el nombre de Aquiles parece triste si no lo acompañan sus habituales títulos de “divino” o “Pélida”. Lo mismo para Agamenón “pastor de hombres”; Héctor “domador de caballos”; Odiseo, “el de los muchos recursos”; Zeus “que amontona las nubes”, etc.
Entre los mejores están indiscutiblemente aquellos que se utilizan para describir la naturaleza: el mar “rojo como el vino”, y la Aurora dorada “de rosados dedos” (personalmente, mi favorito).
Pero el más interesante de los epítetos homéricos, me parece, es uno perteneciente a Odiseo: πολύτροπος (polýtropos). Por esta palabra suelen entenderse la versatilidad y el ingenio, y el polýtropos Odysseús es con frecuencia traducido como “Odiseo el de los muchos trucos” o “el de las muchas astucias” o “el de los muchos ardides”. A este epíteto nos enfrentamos desde la primera línea de la Odisea y es común encontrar con frecuencia el inicio del poema traducido como: “Cuéntame, oh musa, del hábil varón…” o bien, “del varón de multiforme ingenio”. La nota dominante es siempre la inteligencia práctica del héroe, su talento natural para el embuste y su gran recursividad. Así, en la versión de Fitzgerald: “…tell me the story of that man skilled in all ways of contending…”, o en la traducción de Bérard: “C’est l’homme aux mille tours, Muse, qu’il faut me dire…”.
Cabe aún otra posibilidad. En su sentido primero, polýtropos significa “muchos giros” (de polýs+tropos) y así, el polýtropos Odysseús es también “Odiseo el de las muchas vueltas” o “el de los muchos giros”. De este partido es Fagles, que traduce: “the man of twists and turns”. Este sentido no excluye aquel del Odiseo astuto, pero permite pensar en otra interpretación: en un Odiseo polifacético, un héroe de muchas caras. Así, en la reciente versión inglesa de Emily Wilson encontramos solamente, resuelto con elegancia: “Tell me about a complicated man”.
Siendo Odiseo un héroe tan sufrido, tan pronto encumbrado y tan pronto derribado, un momento exaltado y al siguiente humillado, yo me pregunto si aquellas muchas vueltas no serán las de la fortuna, y si el polýtropos Odysseús no será sino “Odiseo el de las muchas suertes” u “Odiseo el de las muchas alegrías y el de las muchas tristezas”. Pienso en aquel pasaje de Platón, al final del décimo libro de su República, en que el alma de Odiseo, forzada a rencarnar y siendo la última, por sorteo, en escoger su próxima vida, decide renacer como un simple particular lejano de los asuntos públicos. Dice Platón: “no sin dificultad halló una [vida] que quedaba en algún lugar, menospreciada por los demás, y, tras verla, dijo que habría obrado del mismo modo si le hubiera tocado en suerte ser la primera, y la eligió gozosa”. He aquí, tal vez, la última astucia del viejo héroe, cansado de su título.