Por: Ana Guadalupe Rodríguez Mancha
La mujer y el arte son excluyentes, mi amigo. En cada vagina está enterrado un artista
Mario Vargas Llosa
La mujer en su misión diaria de trabajar, estudiar, crear, formar, educar, cuidar, amar, curar, reconfortar y toda la infinidad de multitareas que realiza, pierde prioridad a las necesidades propias incluyendo la salud vaginal, que en muchas ocasiones no se le toma la importancia debida, ya que se desconoce el verdadero significado de su existencia. Algunos piensan que se trata sólo de un órgano sexual, pero en realidad es el conducto por donde el bebé da el primer respiro de vida al momento del parto y también el camino final de la menstruación.
Como parte de la anatomía, la vagina forma parte de los órganos genitales internos femeninos, se trata de un órgano increíble que en respuesta a los estímulos internos como las hormonas o agentes externos como la copulación puede cambiar su tamaño y composición; que a pesar de que es una cavidad de aproximadamente entre 8-10 cm puede elongarse según el estimulo producido en su interior, pero también es algo tan magnifico que puede acidificar el ambiente y mantener en equilibrio los lactobacilos que forman parte de la flora normal vaginal, sin embargo, cabe mencionar que bajo estrés o por alteraciones (tanto hormonales como físicas), se pueden producir cambios que alteren el equilibrio de los microorganismos que protegen a la vagina y desencadenar resultados indeseables, como las infecciones bacterianas o por hongos.
Está zona tan delicada necesita un cuidado supremo, que cualquier mujer debe de practicar: primero se debe tener autoconocimiento del ciclo menstrual y el reconocimiento de flujo vaginal normal al patológico, recordando que en general el flujo normal, no tiene olor, es color transparente, de consistencia medio viscosa según sea el día del ciclo menstrual, no provoca irritación ni comezón. De manera preventiva no se debe de usar ropa de tipo licra o encaje ya que propician aumento de humedad y cambio del ph ácido, se recomienda utilizar ropa interior de algodón que se lave por separado, solo con jabón y sin uso de suavizantes, otro tip preventivo es la limpieza al ir al baño (orinar o defecar) se debe realizar de adelante hacia atrás, evitando contaminar el área vaginal, las duchas vaginales, jabones o shampoo, íntimos barren con las bacterias normales de la vagina, si es tu caso elimina este hábito de la rutina diaria, no te aguantes las ganas de ir al baño, ya que condiciona infecciones urinarias que propician las infecciones vaginales, si usas anti protectores, toallas sanitarias o tampones diario no dejas transpirar y ventilar la vagina y por último al momento de las relaciones sexuales el uso de preservativo es el mejor aliado de defensa en las enfermedades de transmisión sexual, como decía mi abuela “caras vemos, relaciones sexuales previas no sabemos”. Recuerda que al cuidar tu vagina también cuidas la transición del placer a la maravilla de dar vida. No olvides acudir con tu médico de familia.