LUISA ESPINOZA CARMONA
Inicia el año y con él, muchos propósitos por cumplir. El mes de enero es el mes “oficial” del reinicio para hacer las cosas de una forma diferente esperando a que impacte de manera positiva en nuestra vida, y eso no tendría por qué ser algo negativo, de no ser porque la mayoría de los propósitos desafortunadamente van hacia el cambio corporal, el cual tiene un enfoque estético justificado con salud, siendo en realidad ésta la más afectada.
Con esto no quiero decir que los cambios estéticos corporales estén mal, cada uno de nosotros tiene derecho a decir cómo queremos vernos. Pero si hay que tener claro el no cruzar la línea que ponga en riego nuestra salud en todo su espectro: física, mental, social, económica, emocional, etc.
Teniendo esto en cuenta te dejo dos, de los propósitos más comunes y el enfoque que debemos y no debemos darles.
• Este enero voy a empezar “la dieta”. Si por dieta entiendes el dejar de comer, o quitar un montón de alimentos de sueles comer, de un día para otro, sólo provocará una descompensación en tu salud corporal. Además de pasar un hambre horrible, puedes comenzar a experimentar insomnio, malestar intestinal, dolores de cabeza, náuseas, antojos constantes acompañados con una sensación que se puede experimentar como “ansiedad”, irritabilidad, entre muchos más. Sin olvidad que es una práctica insostenible a largo plazo y puede llevar a un rebote en el peso generando mayor frustración.
Te sugiero que en lugar de enfocarte en todo aquello que estás comiendo, tomes atención en todo aquello que te falta. Revisa si consumes suficientes verduras, frutas, cereales enteros, leguminosas, agua simple, etc. Comienza por incluirlos en tu alimentación diaria. Cambios pequeños y constantes logran crear hábitos.
• Voy a hacer mucho ejercicio todos los días. Si con esto te refieres a hacer más de una actividad al día (ejemplo: correr por las mañanas y asistir al gimnasio por la tarde, yoga por las noches, etc.) o pasar horas ejercitándote, éste no es el camino. El realizar ejercicio siempre tendrá un impacto positivo, siempre y cuando se realice de manera adecuada. El ejercitarte es una forma de mantener tu cuerpo fuerte, resistente y saludable, pero si lo ejercitas de manera inadecuada, llevándolo a los límites, sólo obtendrás agotamiento, lesiones, dolor corporal, deshidratación, descompensaciones corporales, mareos y una mala relación con el ejercicio.
Empieza de a poco, pero de una forma constante y de preferencia una actividad física que te guste, puede ser bailar, saltar la cuerda salir a caminar, nadar, correr, etc. Haz aquello que más disfrutes.
El iniciar una vida con diferentes hábitos requiere diferenciar entre aquello de que te lleva a ese camino y aquello que lo aleja más, anteponer tu salud nunca será una buena idea. Se requiere de estar bien para sentirte bien.
En este camino te puedes apoyar de una red de profesionales del área de la salud como especialistas en nutrición, psicología, fisioterapia, etc. Sé que el tener una atención multidisciplinaria puede ser costosa, afortunadamente puedes apoyarte de las asociaciones que ofrecen estos servicios a muy bajo costo o incluso de manera gratuita.