Por David Alidhasem
Apenas exclamaciones y algún que otro bosquejo de idea. Con la distancia vino el ruido, que arañaba los mensajes hasta dejarlos en contornos. Sabía que ya te ibas.
Mi emoción y mi discurso dejaron el afán de asemejarse. Mostrarme era apuntar a lo obvio y apuntar a lo obvio era indicarte la salida.
Leí entre líneas aún mucho después de recibir la última. Procuré una anamnesis detallada para nuestra relación enferma, aun cuando entendí que no existía tratamiento.
Ahora intercepto todo cuanto de ti se abre paso, navegando el incesable flujo de las no cosas. Busco evidencia de nuestro contacto: siquiera una ruta de escape a algún lugar de mi memoria.
Serás un personaje en mi autobiografía, cuando hayas adquirido la naturaleza de los sueños. Tú, o más bien tu sombra, en la dimensión de las no cosas, donde los más claros son los textos.