Por Luisa Espinosa Carmona*
En los últimos 3 meses has presentado:
- Una sensación de ardor en el pecho (acidez estomacal), que suele sentirse después de comer y que puede empeorar a la noche o al estar acostada/o.
- Retroceso de ácido (regurgitación) de alimentos o de líquidos agrios.
- Dolor de pecho o en la parte alta del abdomen.
- Dificultad para tragar.
- Sensación de nudo en la garganta.
Si es así, tal vez estés padeciendo de Enfermedad por Reflujo Gastroesofágico (ERG). Esta patología se produce cuando el ácido del estómago fluye con frecuencia hacia el tubo que conecta la boca y el estómago (esófago). Este retroceso de ácido (reflujo ácido) puede irritar el revestimiento del esófago, el esfínter esofágico inferior se debilita o se relaja cuando no debería hacerlo.
Muchas personas presentan reflujo ácido de vez en cuando. Sin embargo, cuando éste se repite en el tiempo, lo ideal es acudir al médico, para confirmar diagnóstico. La mayoría de las personas pueden controlar el malestar provocado por la enfermedad por reflujo gastroesofágico con cambios en el estilo de vida y medicamentos. Otras podrían necesitar una cirugía para aliviar los síntomas, pero esto es poco frecuente.
Entre los factores que pueden agravar la ERG se incluyen los siguientes:
- Comer grandes comidas o comer tarde de noche.
- Fumar o estar en contacto con humo de manera constante.
- Comer ciertos alimentos (desencadenantes) como alimentos grasos o condimentados.
- Beber ciertas bebidas, como alcohol (en especial vino tinto) o café.
- Tomar ciertos medicamentos, como la aspirina, benzodiazepinas, sedantes que tranquilizan el sueño, ciertos medicamentos para el asma, medicamentos antiinflamatorios no esteroides (AINE) y antidepresivos.
- Una hernia hiatal también puede aumentar la probabilidad de contraer la enfermedad por reflujo gastroesofágico o empeorar los síntomas.
Si te identificas con varios de los síntomas o tienes diagnóstico de ERG, te dejo las siguientes recomendaciones:
- Acudir al médico y tu nutrióloga/o de confianza para poder tener un diagnóstico preciso y tratamiento personalizado.
- Evitar ayunos prolongados, manteniendo un patrón regular de alimentación.
- Evita las comidas abundantes y de preferencia realiza varios tiempos de comida al día para dar oportunidad a tu estomago de vaciarse de forma adecuada.
- Come despacio, mastica bien y de preferencia en un ambiente tranquilo.
- Durante las comidas y hasta media hora después, permanece sentado o incorporado al menos unos 30-45º.
- Toma los líquidos y el agua en pequeñas cantidades, de preferencia fuera de las comidas, 30 minutos antes o 1 hora después.
- Utiliza técnicas de cocinado sencillo (hervidos, en su jugo, plancha, vapor, horno) y evita los fritos, rebozados, empanados y guisos con salsas altas en grasas, picantes, irritantes y condimentadas.
- Limita o evita el consumo de alimentos y bebidas que disminuyen la presión del esfínter (alcohol, vino tinto, menta, ajo, cebolla, chocolate, carnes grasas, quesos fermentados y muy curados) y los que tienen un efecto irritante directo sobre la mucosa esofágica inflamada (cítricos, café, condimentos, alimentos muy calientes o muy fríos).
- Alimentos con un elevado contenido en fibra, como las legumbres, verduras y frutas con cáscara y semillas.
- Bebidas gaseosas pueden incrementar el reflujo, modera tu consumo según tolerancia.
- Limita el consumo de alimentos dos horas antes de acostarte y eleva la cabecera de la cama (puedes usar más de una almohada o puedes colocar un alza de madera de unos 2-3 cm bajo las patas de la cabecera).
- Evita fumar, esto disminuye la presión del esfínter y por ello aumenta el riesgo de reflujo.
- Evite la ropa muy ceñida en general y las fajas.