A propósito de la visita de la fundadora de la Asociación Civil Reinserta un Mexicano, Saskia Niño de Rivera, en el marco del premio estatal de la juventud, y posteriormente en la conferencia que ofreciera en dicho marco, vino a mi mente un esbozo que deletree a principios del año del 2019 titulado el rincón de los olvidados y otros tantos relacionados al tema por demás de trascendencia, como es el de la prevención y la seguridad pública en nuestro Estado y por supuesto en nuestro país. Escuche con atención el tema que expuso y otros tantos que ha escrito sobre la importancia que reviste el ocuparse del sistema penitenciario en nuestro país.
Y entre algunas que asienta Saskia es que “cuando se habla de un sistema penitenciario funcional se hace referencia a que se garantiza la reinserción social y se previene la reincidencia delictiva; ése es el motivo por el que se priva de la libertad a las personas. Si se redujera la cuestión al castigo, se generaría una visión de que la justicia es sinónimo de venganza, entonces, pues de qué sirve la cárcel si en México hay de 60 a 70 por ciento de reincidencia delictiva”. A lo cual se le da al traste al contrato social, por ello asienta entre otras cosas que es importante trabajar desde el ámbito de la prevención con el sistema penitenciario desde un sentido más humano, pues no se podría hablar de reinserción si realmente no se generan las condiciones necesarias que regeneran mediante un plan integral de trabajo a la persona antisocial.
Y es importante retomar el tema por la importancia que éste reviste dentro de la sociedad que todos anhelamos tener, pero que es también nuestra responsabilidad construir y obviamente las instituciones creadas exprofeso deberán atender puntualmente y hemos de señalar que de las personas privadas de su libertad temporales, o bien de por vida, en donde que muchos de ellos viven en condiciones infrahumanas, y entendemos que no solamente están pagando el importe social de su delito estando de por sí ya privados de su libertad, sino que adicionalmente sufren otros muchos infortunios, como hacinamiento, insalubridad, enfermedades, alimentación inadecuada.
En muchos casos también padecen los efectos de una terrible violencia al interior de las cárceles, persecución, hostigamiento, amenazas, discriminación, golpizas que en muchos casos hasta la muerte. Todo esto proporcionado por las mafias internas compuestas por algunos de los internos con más poder y otras muchas ocasiones por el mismo sistema. Donde se propicia la drogadicción, el comercio sexual, el alcoholismo, la “venta de seguridad”, las vejaciones sufridas por las esposas o concubinas de los internos en las inspecciones de día de visita conyugal, las extorsiones sexuales o monetarias y un largo etc.
Esa miseria humana en la que “viven”, si así se le puede llamar, es pues “complemento” de la pena impuesta por la ley y ahí es donde “haciendo conciencia”, nos acordamos de ellos y sabiendo que son una parte de nuestra comunidad, son una parte de la humanidad, son desde luego “algo nuestro”, pues son humanos, sí, son humanos iguales a nosotros, iguales a los que tenemos la dicha sin precio de ser libres, de “vivir” no de existir solamente como un objeto.
De que merecen estar presos, la ley dicta que así debe ser, eso no es discutible, lo que es discutible es si están siendo como se dice rehabilitados, ¿en verdad existe la aplicación de los distintos programas de rehabilitación para los internos? ¿Los internos que por ley deben obtener beneficios de cumplimiento anticipado de su condena por buena conducta y por trabajo, les son concedidos? ¿Verdaderamente se les respetan sus derechos humanos? ¿Se les proporciona trabajo? ¿Se les organizan juntamente con sus familias sesiones terapéuticas de grupo? ¿La dependencia correspondiente auxilia a los que habiendo cumplido su condena quedan en libertad y necesitan reinstalarse en la sociedad? ¿Los primo delincuentes de delitos menores reciben los beneficios a que tienen derecho?
Muchos casos dan cuenta de que las cárceles son verdaderos centros de enseñanza y perfección para delincuentes, aquellos primo delincuentes que, por ser su primera vez, no son atendidos como se debe por parte de la autoridad, lejos de rehabilitarse, se corrompen y se echan a perder más en lugar de tener la oportunidad de recibir las terapias, tratamientos, etc., que los ayuden a superar su problema y no les cueste trabajo reinstalarse en el seno de la sociedad. Sin duda es necesario voltear a ese rincón de los olvidados, es necesario quitarnos los velos, es necesario que se conjuguen esfuerzos y realmente haya una verdadera rehabilitación y por ende una positiva reinserción a la sociedad.